Presentan guía visual de María Eugenia Díaz Batres sobre esos lepidópteros
Viernes 23 de marzo de 2012, p. 5
Con la reducción a la mitad de sus mariposas, en cantidad y diversidad, pero con proyectos para revertir ese daño, además del descubrimiento de una nueva especie, aun sin nombre, fue presentado el libro Mariposas de Chapultepec, guía visual, de la bióloga María Eugenia Díaz Batres.
Tras la presentación, realizada la tarde del miércoles en el patio del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, mientras los pájaros regresaban a sus nidos, se inauguró en una sala la exposición Mariposas de Chapultepec, basada en dicho libro.
Son 10 años de investigación y observación y el objetivo principal del libro es divulgar el conocimiento sobre estos seres maravillosos que son las mariposas
, dijo Díaz Batres, curadora de la colección de insectos del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental y con una experiencia ahí de más de 40 años.
Eduardo Vázquez Martín, director del Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental, recordó que hace ya cinco años Díaz Batres le había comentado que el bosque contaba con la mitad de mariposas que tenía 10 años atrás, no sólo en cantidad, sino en diversidad
.
Tras evocar a Nerval, para quien las mariposas son pájaros y flores al mismo tiempo, flores que vuelan
, Vázquez Martín agregó que la investigadora le explicó que la causa es que también se han ido acabando las flores del bosque, de las que viven esos insectos.
Esto a su vez, continuó, se debe a cambios tecnológicos, generacionales y sindicales
, por los que ya no se cuenta con los viejos jardineros que cuidaban las flores, pues fueron sustituidos por empresas privadas que dan mantenimiento al bosque y que trajeron plantas que requieren menores cuidados.
Y eso me pareció una historia que vale la pena contar: cómo la mariposa está ligada a nuestra vida y manera de cuidar el bosque, de convivir con las áreas verdes
, compartió Vázquez Martín, quien adelantó que desarrollarán jardines con flores en un área cercana al museo y luego se realizarán en las otras secciones de Chapultepec.
Serán también jardines de mariposas, no sólo de flores
, dijo, y reconoció que dichas acciones de gobierno y de obra pública se basan en investigaciones como la de Díaz Batres sobre las mariposas.
Destacó que, aparte de su oferta de diversión, naturaleza y cultura, hoy se cuenta con el libro de esta bióloga, una guía valiosa para ver el Bosque de Chapultepec con otros ojos, a través de sus mariposas
.
Biodiversidad sorprendente
Manuel Balcázar Lara, profesor investigador de la Universidad de Colima, se refirió a las varias cualidades editoriales del libro, como las fotos, el diseño y la impresión, así como a la claridad, sencillez y a la vez precisión científica de los textos.
Destacó que la guía incluye aspectos como un breve recuento histórico del Bosque de Chapultepec, los ciclos de vida de las mariposas y sus nombres científicos, los cuáles son muy útiles.
El libro da cuenta, dijo, de 89 especies: 60 de las más conocidas y 29 de las de color café y saltarinas
. Y resaltó la inclusión de una especie hasta ahora desconocida, aún sin nombre para la ciencia, pero que ha estado en el bosque hace quizá cientos de miles de años.
Esto, en el corazón de una ciudad de este tamaño, en un lugar bien estudiado y por donde pasan millones de personas, es algo realmente sorprendente y de lo que podemos aprender varias lecciones. Así de grande es la biodiversidad de México.
Atilano Contreras Ramos, secretario académico del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México, recordó algo que, aunque suene trillado
, es un privilegio de México, la megadiversidad
de su naturaleza. Y el libro, agregó, es una puerta a ese gran mundo que es la diversidad biológica a través de las mariposas
.
También participaron el director del Bosque de Chapultepec, Rubén Arturo Jasso Márquez, y el director general de Bosques Urbanos y Educación Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente, José Ignacio Campillo García, quien dijo que la guía visual es un homenaje a las mariposas y a quienes las protegen, como la misma María Eugenia Díaz Batres.