El sofisticado sistema de alarmas en el Senado de la República no se activó durante el sismo ocurrido la víspera, debido a que desde hace varias semanas estaba desconectado.

Lo anterior se desprende de lo expresado en un curso que la empresa Grupo Indi dio a los seis integrantes del Sistema de Protección Civil del nuevo edificio senatorial, a los que se trató de responsabilizar de que la alarma antisísmica no se hubiera encendido.

En tanto, en San Lázaro la Dirección de Resguardo de la Cámara de Diputados informó que el candelabro monumental, que se encuentra en el Salón de Plenos, recibe mantenimiento de una empresa privada, tarea que culminará en las próximas horas para permitir que los legisladores federales trabajen este jueves en distintos temas de la agenda legislativa.

El presidente de la Junta de Coordinación Política, Armando Ríos Piter, refirió que el sismo del pasado martes no provocó daños estructurales en el complejo de edificios del Palacio Legislativo de San Lázaro. Se registraron averías, que ya son restauradas, en el área de la biblioteca del recinto.

Ríos Piter también explicó que en caso de no recibir autorización de los funcionarios de Protección Civil que se encargan de revisar el salón de plenos, para ocuparlo el día de mañana, los trabajos de los diputados se trasladarán al auditorio del edificio E de San Lázaro.

En el Senado no quedó claro quién ordenó que el sistema central de alarmas, que es contra sismos y también para detectar humo e incendios, estuviera bajo llave y apagado, pero sí los motivos de ello. El tablero de control central tiene fallas; con frecuencia se activa por error y el ruido molesta a alguien que decidió mantenerlo callado.

Los trabajadores se quejaron de que dicha situación puso en riesgo la vida de los legisladores y el personal que labora en el recinto senatorial, además de invitados, entre ellos unos 300 adolescentes que habían asistido a una exposición.

Al no escucharse la alarma, el presidente del Senado, José González Morfín, decidió que los legisladores permanecieran en el recinto. Tampoco se escuchó después el sonido que llama a desalojar el inmueble.

Tras el suceso salieron a relucir las carencias con las que labora el personal de Protección Civil, que no cuentan con las herramientas necesarias para cumplir con su labor, como radios de comunicación y hasta los uniformes que debieron comprar.

El tablero de control central se mantiene protegido con cajas de metal, cerradas con llave, bajo el control de Grupo Indi, ya que aún no entregan formalmente la obra a la directiva del Senado.