Opinión
Ver día anteriorJueves 22 de marzo de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Ciudad Perdida

El reino del agandalle en el PRD

Todo para NI e IDN

Montaje para entronizar a Bejarano

P

arece una lucha inútil por parte de los inconformes, un esfuerzo destinado a la nada. El PRD estrenó esta vez un nuevo diseño: el partido será sólo para dos corrientes. La idea es desaparecer a las otras expresiones y crear un ente hegemónico que traslade el poder de las manos de los chuchos a las de los bejaranos, para salvar aquello de la democracia. Los demás, con distintas banderas, deberán plegarse a las imposiciones que desde esas tribus se decida. No hay más, es el reino del agandalle.

A partir de ese nuevo diseño se puede decir, sin temor a equivocaciones, que la izquierda partidista desaparecerá del ámbito político, y la derecha tendrá una nueva fuerza para acompañar cualquiera de sus propuestas. El asunto parece estar definido, y no queda más que esperar a que el PRD se caiga pedazo a pedazo, como leproso. Mientras, con el membrete a salvo, seguirá explotando la patraña de llamarse de izquierda.

En el proceso de selección de candidatos que vive ese partido todas las reglas que los perredistas, todos, se dieron para transitar con pluralidad hacia la elección próxima se rompieron. El acuerdo escrito que lograron para tener un método de elección se fue a la basura. El argumento fue que no había las condiciones de seguridad (suponemos) para que el consejo estatal decidiera, a partir de la presencia territorial de las tribus, o bien con encuestas, el listado de candidatos. Tampoco se hizo caso de la regla que impone la cuota de género, es decir, el partido, su militancia y sus formas de gobierno no importaron. Nueva Izquierda e Izquierda Democrática Nacional se quedaron con casi todo.

La historia de la falta de condiciones para cumplir con su ley amaneció con una especie de montaje, no de la calidad de los que hace Genaro García Luna, ni mucho menos, pero a fin de cuentas un hecho que no parecía tan cierto. La agresión a René Bejarano tenía ese tufo de las trifulcas en las que hay uno que se convierte en víctima y se le aclama como héroe. Quienes presenciaron el ataque aseguran que el aparato de seguridad del perversor estaba listo para protegerlo, es decir, no hubo sorpresa, y en ningún momento peligró la cabeza de IDN.

Pero ese momento, y luego de la irrupción de un grupo de guerreros, miembros de la tribu de Martí Batres, a quien han borrado del mapa electoral, en el lugar donde trabajaban los consejeros, fueron el pretexto ideal para que se decidiera romper con la legalidad y mandar al terreno del PRD nacional, donde mandan NI e IDN, la decisión de quienes serán candidatos, y tan-tán.

Desde luego hay quienes, con derecho y sin él, reclaman democracia (¿qué cosa?), como quien quiere revivir al muerto, pero eso no sucede. Hay sin duda cosas que no tienen remedio y el PRD parece una de ellas. La única pregunta que queda ahora es saber si además de la cada vez menor militancia hay algo que se pueda salvar de ese partido. Hay quien apuesta a que ya no.

De pasadita

Ya cuando el polvo de las memorias se asienta, y uno por fin está seguro de que todo en su entorno está a salvo, se piensa, todo en fracción de segundos, en el temblor que viene, y hoy, según la experiencia anterior, que cada vez hay más posibilidades de sobrevivir a los fenómenos naturales que se presentan sin avisar.

Y además, de pronto uno de encuentra con que en las calles la gente no es la misma en su actitud; que no hay semáforos, pero tampoco embotellamientos, porque se crea un orden de respeto y solidaridad que lo impiden; que por fin los vecinos que nunca habían cambiado ni un saludo se hablan con cierta camaradería, y uno se hace la ilusión de que sí se puede cambiar, que se puede ser diferente, solo falta decisión.