Los cuerpos de dos estudiantes de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) asesinados a balazos fueron encontrados la mañana de ayer en el fraccionamiento Infonavit Los Fresnos, en el oriente de la ciudad de Tepic.

Un comerciante declaró que alrededor de las seis horas escuchó disparos de arma de fuego y minutos después policías estatales descubrieron los cadáveres en un callejón ubicado entre las calles Ixtlán del Río y Juanacatlán.

Las víctimas fueron identificadas como Leopoldo Torres Hernández, alumno de la carrera de sicología, y su novia Aurora Segura, quien estudiaba contaduría.

Los cadáveres tenían impactos de arma de fuego calibre 22 y fueron trasladados al Servicio Médico Forense, donde los identificaron sus respectivos padres.

Este lunes, alumnos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey y miembros de organizaciones sociales conmemoraron el segundo aniversario de la muerte de dos estudiantes de esa casa de estudios que quedaron atrapados en un enfrentamiento entre el Ejército y pistoleros.

En la Explanada de los Héroes de Monterrey, frente al palacio de gobierno, los manifestantes montaron una guardia de honor por la vida humana, para dignificar a las dos víctimas inocentes y exigir justicia.

Elaboraron una manta que depositaron junto con ramos de flores en el sitio donde cayeron Jorge Antonio Mercado Alonso, de 23 años, y Javier Francisco Arredondo Verdugo, de 24: las puertas Luis Elizondo del campus.

Indira Kempis, activista y egresada del Tec, dijo que además de reclamar justicia, con este acto buscan “dignificar a los estudiantes para construir un presente sin un pasado vergonzoso del cual arrepentirnos.

Los ciudadanos no han sido capaces de levantar la voz e indignarse, de tener el coraje cívico para no acostumbrarnos a que esto suceda en nuestra ciudad y en el país, criticó.

Luis Canedo, estudiante de comunicación, quien elaboró un video en memoria de Jorge Antonio y Javier Francisco, explicó que el objetivo del documento es dar a conocer la recomendación que emitió la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre el caso.

Reconoció que los miembros de la asamblea estudiantil se percataron de que la mayoría de los alumnos no había dimensionado lo sucedido. “La vida del Tec continuó como si nada; hace un año, en el primer aniversario luctuoso de los estudiantes, sólo hubo 150 alumnos; nos sorprendió la falta de memoria de la mayoría. Fue impactante.”