Le dicen Lord o Sir tras cinco años de estadía con el Manchester City; sin embargo, Juan Carlos Osorio se declara ciento por ciento colombiano, con el mismo carácter de sus paisanos, alegre y optimista; incluso en medio de la adversidad –cinco reveses al hilo– y de un futuro incierto en el timón del club Puebla, recalca: No me arrepiento de haber venido.

Osorio, de 50 años, quien literalmente tuvo que picar piedra para abrirse camino, vivió sus mejores éxitos en el Once Caldas. El estratega señala que llegó para posicionarse en el balompié mexicano luego de desechar ofertas, entre ellas las selecciones hondureña y colombiana.

En entrevista, comenta que fue un placer haber tenido la oportunidad de dirigir a Cuauhtémoc Blanco en el Chicago Fire y no elude el tema de la narcoviolencia que azota a nuestro país: Ustedes están viviendo una situación que nosotros pasamos en los años 80 y 90. Creo que es precaria, triste, frustrante. Ojalá la puedan superar.

Conocedor de la Major League Soccer (MLS), Osorio afirma que el Tri es aún el gigante de la Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Futbol (Concacaf), pero advierte que los estadunidenses han logrado emparejar con disciplina.

Se preparó en EU e Inglaterra

Si alguien sabe de esfuerzo, ése es Juan Carlos Osorio (habla inglés, italiano y español), quien siempre se graduó con las máximas notas. Fue volante de ida y vuelta en el Deportivo Pereira, pero “en esa época era muy difícil jugar, se permitía gran cantidad de extranjeros y decidí irme a Estados Unidos con una beca de intercambio.

Fui a estudiar Ciencias del ejercicio y rendimiento humano, supo entonces que su vida iba a estar vinculada para siempre al futbol profesional. El curso en Iowa duró seis meses, al terminar decidió irse como indocumentado a Nueva York y se empleó en la industria de la construcción.

“Trabajé con unos portugueses. A los 22 años manejaba un taladro eléctrico abriendo calles, hasta que un año más tarde llegó una oportunidad para ir a la universidad. Me gradué en Southern Connecticut State University, luego hice más estudios en Inglaterra y volví a Estados Unidos, donde me dieron la posibilidad de ser asistente técnico en el Metro Stars.

“En 2001 llegó el Manchester City, me hizo una muy buena oferta y regresé a Inglaterra, estuve seis temporadas –en las que trabajé con Kevin Keegan y Stuart Pearce, actual seleccionador de Inglaterra–, a partir de la tercera me promovieron como asistente y en la última querían que me quedara, pero, tras recibir varias ofertas, decidí irme a Colombia (con Millonarios), ya como director técnico”, sintetiza.

Osorio lamenta la narcoguerra en México, que tiene al país con las venas abiertas, inmerso en la violencia y la inseguridad. Nosotros pasamos por esta situación, la verdad es una pena, porque creo que ambos países tienen todo para albergar a la población, a su gente y darles una muy buena vida.

Luego de recordar la incursión de capos del narco en los equipos Millonarios, América de Cali y Atlético Nacional, y al mencionarle que Francisco Maturana decía que el futbol no puede sustraerse a los fenómenos sociales y el narcotráfico es un pulpo que lo toca todo, Osorio admite:

“Nos afectó negativamente. Vivimos una época, diría yo, ficticia, con demasiado dinero, pagándose salarios irreales. Al final se encareció todo, incluyendo el futbol, y creo eso va en detrimento del progreso de un país.

Me tocó de lejos, yo estaba en Estados Unidos y Europa, pero siempre al pendiente, porque mi familia vivía en Colombia y uno se preocupa en todo momento por los suyos, explica.

En México, luego de la balacera en Torreón, durante el partido Santos-Morelia, y el riesgo de cancelación del Chivas-Cruz Azul por narcobloqueos en Guadalajara, el timonel apunta: Afecta muchísimo y desafortunadamente el futbol, como factor de vida cotidiana, no está exento de la influencia de los problemas políticos.

–Quizá ahora los jugadores trasnochan menos...

–En términos generales toda la gente se cuida mucho más.

–¿Percibe algún temor en el medio futbolístico?

–No… Tal vez el normal. Por ahora no nos ha tocado. Adonde hemos ido nos han tratado muy bien, vemos estadios muy lindos, llenos; estamos muy cómodos y contentos.

Respecto de su encuentro con Blanco, apunta: “Tuve la gran oportunidad de dirigirlo, llegamos al mismo tiempo al Chicago Fire y juntos lo llevamos a la final de conferencia, que perdimos contra el New England Revolution.

Me pareció una gran persona, un extraordinario ser humano. Obviamente considerando que estaba en el ocaso de su carrera, pero fue un jugador influyente y de alto nivel. El futbol mexicano tiene que estar muy orgulloso de él.

–Menciona que la MLS ha crecido mucho. En el Mundial de Corea-Japón, Estados Unidos echó al Tri y en la Copa Confederaciones rumbo a Sudáfrica hizo muy buen papel. ¿Cree que México sigue siendo el gigante de Concacaf?

–Creo que la liga mexicana es mejor técnica y tácticamente, pero en la MLS se compite mejor en la parte física. Además, hay muy buenos jugadores; Landon Donovan es uno de ellos, pero yo diría que cuando el jugador mexicano trabaje mejor la parte atlética –recalca la alimentación y el descanso– tendrá todas las posibilidades de continuar como líder en su área.

Explica: “La estatura no tiene que ver, acá en el futbol profesional también hay jugadores grandes, altos, de buena constitución. Yo digo que en términos generales el jugador estadunidense es más consciente del aspecto atlético, lo trabaja mejor y ahí es donde nivela cuando compite con el futbol mexicano.

–¿Comer menos grasa y harinas, menos fiestas… Disciplina es la palabra? –Osorio no responde, simplemente alza los hombros ante lo evidente.

Es posible mejorar la liga

Acerca de la intención de hacer cambios en el balompié local, el estratega comenta: Creo que la Premier es una de las mejores ligas del mundo, la mexicana está en muy buen nivel y, de hacerle ciertos ajustes tratando de absorber lo mejor de ligas europeas, creo que se podría convertir en algo mucho mejor.

El timonel, en entrevista realizada en la Unidad Deportiva Volkswagen, asimila las derrotas. Hay que vivir el duelo y seguir adelante. Soy optimista, alguien que da todo por triunfar, todo lo que esté a mi alcance.

Sostiene que el aspecto económico no es determinante, pero indiscutiblemente el mejor ambiente y más sano para un jugador es que pueda tener las comodidades de entrenar en una sede, que se cumplan sus pagos, salarios y así poderle exigir absolutamente todo.

A pesar de los malos resultados con los Camoteros, concluye: “No estoy nada arrepentido. Agradezco al Puebla por haberme dado la oportunidad de venir al futbol mexicano… No sé si estoy pagando derecho de piso, lo que busqué fue darme a conocer, mostrar mi trabajo, porque la verdad esta es una gran liga.

–¿En caso de que no funcionara, se quedaría a esperar una nueva oportunidad?

–Eso será decisión de otras personas. Yo estoy muy contento en México.