El programa piloto de repatriación de migrantes mexicanos desde Estados Unidos que se iniciará en abril, tendrá un costo aproximado de 50 millones de pesos, adelantó el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Salvador Beltrán del Río, quien dijo que el mayor gasto derivará de la transportación por tierra de los connacionales a sus lugares de origen desde el aeropuerto del Bajío, sitio al que se prevé arriben los mexicanos procedentes del vecino país del norte.

El mes pasado la secretaria de Seguridad Interior estadunidense, Janet Napolitano, firmó con el titular de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Poiré, una serie de convenios, entre los que se incluye el llamado programa piloto para trasladar directamente a sus comunidades a los ciudadanos mexicanos deportados de aquella nación.

Se trata, explicaron ambos funcionarios, de romper la cadena de corrupción en la frontera común para evitar con ello que los deportados en esa zona sean víctimas de las organizaciones criminales, quienes los enganchan para el trasiego de drogas, la trata y la extorsión, entre otros.

También servirá para quitar presión a los estados fronterizos, ya que buena parte de quienes son devueltos por la patrulla fronteriza se instalan precariamente en esas entidades, lo que incrementa la demanda de servicios, empleo temporal e inseguridad.

Esta visión se complementa, además, con estudios del propio INM y de académicos estadunidenses que muestran que mientras más se interne a los repatriados en territorio nacional, son menos proclives a repetir la travesía para intentar cruzar nuevamente hacia Estados Unidos. Las estadísticas de los recientes 10 años levantadas tanto por institutos estadunidenses como mexicanos, han mostrado que hay una sensible reducción entre quienes intentan una nueva incursión al país vecino una vez devueltos a su estado de origen, frente a quienes son deportados en la zona fronteriza.

De acuerdo con el convenio, el gobierno estadunidense se encargará de prestar el servicio de transporte aéreo para los connacionales repatriados, sin costo para México, y corresponderá a las autoridades del país la distribución hacia las entidades de origen desde el aeropuerto del Bajío. Aunque aún se analizan otras alternativas para aquellos que residen más cerca de la frontera

Esta misma medida se hará extensiva para los países centroamericanos, principalmente Guatemala, Honduras y El Salvador, con el propósito de construir una red que asegure el retorno a casa de los migrantes y combatir de manera regional el mayor problema que enfrentan: la trata de personas, concluyó Beltrán del Río.