Pagó la ganga de 180 millones 300 mil pesos por la explotación
Lunes 19 de marzo de 2012, p. 24
Un año cinco meses después de que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) designó a Nextel ganadora de la licitación 21, apenas el 16 de marzo hizo oficial el título de concesión que la autoriza para explotar 30 megahercios (Mhz) de la banda de 1.7 gigahercios (Ghz), por los que pagó 180 millones 300 mil pesos.
El pasado diciembre Nextel y Grupo Iusacell llegaron a un acuerdo sobre este asunto y desistieron de todos los procedimientos legales entablados desde que se redactaron las bases de licitación para este concurso.
El sábado primero de octubre de 2010 la SCT otorgó un título de concesión a NII Digital –empresa entonces integrada por Televisa y Nextel México– para instalar, operar y explotar una red pública de telecomunicaciones durante 20 años y con derecho a prorrogarla total o parcialmente.
Pero fue el viernes 16 de marzo cuando la SCT publicó en el Diario Oficial de la Federación el extracto de título de concesión con el que compromete al operador a iniciar operaciones dentro de 180 días naturales a partir de la notificación de la concesión.
Después del primero de octubre, y a pesar de más de 60 litigios en contra del proceso de licitación interpuestos por Grupo Iusacell, Nextel aseguró en diversas ocasiones que la concesión era legal y por ello había iniciado, con las inversiones comprometidas, el tendido de la red para servicios de tercera generación (3G) y que nunca ha detenido los trabajos para cumplir con las obligaciones y compromisos contraídos.
Un año cinco meses después de que la SCT entregó el título de concesión la sociedad entre Televisa y Nextel desapareció y Nextel quedó como único operador de los 30 megahercios de la banda de 1.7 Ghz, por los que pagó 180 millones 300 mil pesos, considerados en su momento una ganga por Iusacell, especialistas y legisladores.
Iusacell y Nextel llegaron a un acuerdo sobre la legalidad de la licitación 21 y todas las partes involucradas se comprometieron a desistirse de los procedimientos legales iniciados en contra de los actos de autoridad de la SCT. Hoy Televisa y Iusacell pugnan por convertirse en socios e impulsan el procedimiento legal ante la Comisión Federal de Competencia.