Melbourne, 18 de marzo. El piloto británico Jenson Button ignoró una carrera llena de incidentes y condujo con calma su McLaren a la victoria en el Gran Premio de Australia, que inauguró la temporada de la Fórmula Uno, donde el mexicano Sergio Checo Pérez, quien salió último, hizo una gran competencia para subir 14 puestos y finalizar en octavo lugar.

Se trató del tercer triunfo de Button en cuatro años en Albert Park, el decimotercero de su carrera a nivel general, tras superar al campeón defensor alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y su compatriota y coequipero Lewis Hamilton (McLaren), quien partió en la pole position.

Pero fue el submonarca y primer líder de la categoría el que más brilló en la tarde de verano australiana. Button adelantó a Hamilton en la salida y desde entonces dominó con una cómoda distancia. Cuando faltaban 17 vueltas entró el coche de seguridad y se agruparon todos.

Las Flechas Plateadas empezaron a escaparse del resto. Detrás de ellos iba Michael Schumacher, quien con su Mercedes soñó durante 11 vueltas con volver a un podio que no pisa desde 2006. Un problema en la caja de cambios echó abajo sus esperanzas y abandonó la competencia.

De los seis campeones del mundo que estaban en la parrilla, cuatro copaban las primeras posiciones, aunque la suerte no favoreció a Schumi. El finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) peleaba por entrar en los sitios que otorgan puntos, luego de su retorno a la Fórmula Uno.

En el giro 37 entró el coche de seguridad, porque el Caterham del ruso Vitali Petrov se quedó parado en plena línea de meta. Eso no impidió que Button saliera a mantener su hegemonía. Fue una jornada fantástica, resumió el británico, quien además realizó la vuelta más rápida (en la 56) del circuito.

Tres monarcas del orbe terminaron en el podio y otros dos finalizaron entre los primeros siete: el español Fernando Alonso (Ferrari) fue quinto, tras salir en duodécimo; Raikkonen, séptimo, después de partir en el lugar 17.

El mexicano Sergio Pérez, quien salió último, con Sauber, fue octavo y suma cuatro puntos; incluso tuvo un pequeño rozón con su coequipero, el japonés Kamui Kobayashi.

El meritorio lugar de Checo se debió a una agresiva estrategia de una sola parada en boxes. “Ha sido una carrera muy dura para mí. Sabía que tenía que intentar todo para ganar posiciones después de la salida.

En la última vuelta, Pastor (Maldonado) rompió el coche (Williams) y yo perdí sitios, debido a los escombros, por lo que Nico (Rosberg) me adelantó; nuestros coches se tocaron y tuve que acabar la competencia con los neumáticos completamente gastados, dijo el piloto mexicano de 22 años, al lograr su segunda mejor actuación en la F-1, después del séptimo lugar en Silverstone, Inglaterra 2011.