Irregular, el permiso para plan turístico, sostiene activista
Domingo 18 de marzo de 2012, p. 34
A cinco días de que comenzó a recolectar firmas en contra del megaproyecto turístico de Cabo Cortés, en Baja California Sur, Greenpeace México ha recibido más de 44 mil adhesiones, sobre todo por medio de Internet, y continuará recabando apoyos en 10 entidades de la República hasta el 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.
Así lo informó Gustavo Ampugnani, director de campañas de la organización ecologista, quien agregó que las firmas recaudadas se presentarán ante el gobierno federal, con el objetivo de lograr la revocación de un permiso otorgado en marzo del año pasado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), y proteger así el Parque Nacional Cabo Pulmo.
“La campaña arrancó muy bien. Empezamos el martes pasado, y ayer (viernes) por la tarde ya teníamos alrededor de 44 mil o 45 mil participaciones, principalmente a través de la página www.salvemoscabopulmo.org”, señaló el activista a La Jornada.
Ampugnani recordó que el proyecto de Cabo Cortés presentó sólo una manifestación de impacto ambiental y aun así fue aprobado por la Semarnat, instancia que le otorgó un permiso fragmentado
, mediante el cual autorizó a la empresa española Hansa Urbana avanzar en algunos puntos de su iniciativa y a supeditar los otros a la elaboración de nuevos estudios, en un proceso que puede tardar hasta dos años.
Otro motivo por el que las obras no han comenzado, añadió, es que la empresa propietaria de los terrenos no tiene fondos para iniciar trabajos, ya que al quebrar Caja del Mediterráneo –entidad a la que pertenecía–, ahora depende de la compañía que absorbió los pasivos de ésta, Banca Sabadell, cuya prioridad de inversiones no es la infraestructura turística.
Además, los nuevos poseedores del capital han reconocido que el permiso de construcción se otorgó de forma incompleta e irregular, y tienen claro que se subestimaron muchos detalles sobre la afectación a Cabo Pulmo. Todo es más incierto ahora, y por eso hay condiciones para que se dé la revocación
de la licencia otrogada por la Semarnat, indicó.
Ampugnani enfatizó que Cabo Cortés es un proyecto insustentable, ya que plantea la edificación de más de 27 mil cuartos de hotel –casi tantos como en Cancún y más que en Los Cabos– en una zona semidesértica con problemas de abastecimiento de agua, y en donde subsiste el único arrecife de coral del golfo de California y uno de los tres vivos que quedan en América del Norte.