l 8 se enero de este año se publicó en La Jornada el artículo El mundo cambia
, que ha tenido repercusiones. Por ejemplo, el día siguiente se publicó una traducción al ruso en ese país:
http://inosmi.ru/usa/20120109/182480197.html
Esta edición rusa incluye en nuestra escritura mi nombre y el de La Jornada.
Me refiero a algunos comentarios que amplían y actualizan ese artículo de enero. Una de las conclusiones son los 10 principales países por su producción, que cambian de manera importante de los lugares en 2011 a los de 2020. Los datos se basan en estudios del Centro de Economía e Investigación en Negocios (inglés) y otras fuentes. Rusia pasó del lugar nueve al cuatro e India del 10 al cinco. Y los países de Europa Occidental retrocedieron: de ser los números cuatro, cinco, siete y ocho pasan a los lugares del siete al 10 en 2020. Pues bien, hay publicaciones posteriores que se refieren a los principales países y a su producción en 2030.
En Times of India, del 7 de enero, se ubica a China como el número uno en producción en 2030, a Estados Unidos como el dos y a India como el tres. En ibitimes.com, de la misma fecha, se dice que en el periodo 2030-2033 tendrán la mayor producción los mismos tres países y en el mismo orden.
En mi artículo se citan menciones de Amartya Sen, de India; por ejemplo, una crítica a los gobernantes europeos por seguir un programa de austeridad
causando a sus países un camino lento por 10 o más años. Se señaló que se le otorgó un premio Nobel. Agregamos ahora que le dieron el premio en 1998 por su trabajo sobre la economía del bienestar. Esta economía incluye educación, salud, la edad promedio en el país y demás.
Sen critica a gobiernos de su país por haber reducido el presupuesto de bienestar y haber llevado a India del segundo lugar al penúltimo en su región. Le pone como ejemplo a China, al que menciona como primer lugar en todo este periodo por su presupuesto de bienestar y señala cada renglón: en China, el 2.3 por ciento del presupuesto de salud, mientras que en India es de 1.4 por ciento. La vida promedio en China es de 73.5 años y en India de 64.4. Y en India se depende más del servicio de salud privado.
En mi artículo del 8 de enero se menciona a los países del Bric, o Brics, si contamos a Sudáfrica, como los que avanzan de manera importante en su producción de 2011 a 2020. China había pasado un año antes del tercer al segundo lugar, y ahora vemos que pasaría al primero en 2030. Los cinco Brics están por firmar un acuerdo de préstamos en la moneda del país que presta: por ejemplo, de China a Brasil, en yuanes o renminbi (nombre formal). Son: China, India, Rusia, Brasil y Sudáfrica.
Entonces se deja de usar el dólar en todos estos casos. Firman los bancos oficiales de cada uno de los cinco países. Se menciona que el banco de desarrollo brasileño, BNDES, tiene una lista de préstamos de unas cuatro veces la del Banco Mundial. China ya tiene 13 por ciento de su comercio con países de Asia, en renminbi.
En vista de que, por ejemplo, el comercio con Europa les ha resultado un problema a los países Brics, este paso es uno más hacia la construcción de un mayor mercado interno entre estos países, los cuales tienen un crecimiento mayor y más estable.
Los datos de los países que han retrocedido han seguido en mal estado económico. Por ejemplo, Japón, en el cuarto trimestre redujo su producción en 2.3 por ciento. Y Gran Bretaña, en el mismo periodo, bajó 0.2 por ciento. Estados Unidos se ha salvado, aunque su ritmo de crecimiento sigue siendo pequeño en comparación con otros: 2.8 por ciento.
China e India tienen una reducción en su producción, especialmente porque se redujeron las exportaciones a la Europa Occidental en crisis. Pero siguen teniendo los niveles más altos del mundo. En el último trimestre, China tuvo 8.9 por ciento e India 6.1 de crecimiento anual.
En China se ha estado reduciendo el ritmo de crecimiento de precios, lo cual le facilita una posible recuperación del crecimiento.
Es claro que hay dos grupos de países, unos en avance y otros en retroceso, además de otras naciones. Como terminamos el 8 de enero: la derecha apunta a alinearnos con la decadencia. La izquierda, en diversos grados, apunta hacia el progreso. Y nuestro voto será decisivo para México
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