Río de Janeiro, 17 de marzo. Diecisiete ejecutivos de la empresa estadunidense Chevron están impedidos para salir de Brasil sin autorización judicial, por su presunta responsabilidad en los dos derrames de crudo ocurridos en los yacimientos que la petrolera opera en la cuenca del país, mientras la fiscalía ya prepara una acción penal contra Chevron, tras la nueva fuga de petróleo que obligó a la trasnacional a suspender su producción.

La fiscalía aceptó la solicitud hecha por el procurador de Campos, Eduardo Santos de Oliveira, basada en la sospecha de que los ejecutivos incurrieron en delito contra el medio ambiente a raíz de los derrames, ocurridos uno en noviembre de 2011 y el otro en días recientes.

La primera filtración de crudo en yacimientos operados en Brasil por la empresa ocurrió en noviembre pasado, cuando fueron derramados alrededor de 3 mil barriles del combustible al océano.

El segundo derrame fue detectado días atrás. Chevron, que fue multada e impedida de realizar actividades de perforación en Brasil, a raíz del evento en noviembre, señaló el pasado martes que la fuga fue de apenas cinco litros de crudo, pero podría ser mayor. La Marina de Brasil informó hoy que la mancha de crudo, ubicada a 130 kilómetros del litoral, se extiende cerca de un kilómetro en el mismo campo costa afuera donde se produjo el derrame en noviembre.

La decisión judicial indica que los ejecutivos –estadunidenses, brasileños, franceses, australianos e ingleses, entre ellos el presidente de Chevron, George Buck–, están vinculados con los derrames.

El impedimento de que los ejecutivos salgan de Brasil es que ante el cese de actividades de la empresa para retornar a sus países y eludir sus respectivas responsabilidades en el proceso.

El Instituto Brasileño de Medio Ambiente multó con 32.4 millones de dólares a Chevron, y la Agencia Nacional de Petróleo le prohibió explotar petróleo hasta cumplir con todas las medidas de seguridad.