La paraestatal cumple 74 años endeudada y con un estigma de corrupción
Caída de producción de 24.6 por ciento respecto del punto máximo alcanzado en 2004
En franco declive, el principal yacimiento, Cantarell; dudas sobre la viabilidad de Chicontepec
Domingo 18 de marzo de 2012, p. 25
Petróleos Mexicanos (Pemex), la empresa que más flujo de efectivo genera en el país, llega a su 74 aniversario con un endeudamiento histórico, con una producción de crudo que apenas comienza a estabilizarse, con pasivos que superan sus activos, un creciente robo de combustibles y un estigma de corrupción.
Mientras se debate en permitir la participación de la inversión privada en la petrolera nacional, la privatización de las actividades sustantivas avanza inexorablemente como la humedad y ahora más de 60 por ciento de sus operaciones de exploración y explotación, entre otras actividades, las realizan empresas contratistas privadas.
Además, con Cantarell, el otrora principal yacimiento de México en franco declive y la interrogante sobre la viabilidad de que Chicontepec realmente pueda compensar la caída en la producción.
Con una extracción de 2 millones 550 mil barriles diarios en promedio, Pemex registra una caída de 24.6 por ciento, o unos 833 mil barriles menos respecto de su punto más alto de extracción alcanzado en 2004 con 3 millones 383 mil barriles al día.
Restitución de reservas
Con más dudas que certezas de que Pemex en el mediano plazo pueda superar una producción de 3 millones de barriles diarios, hoy domingo el presidente Felipe Calderón participará en su último año de gestión en la conmemoración del 74 aniversario de la expropiación petrolera en las instalaciones del complejo petroquímico La Cangrejera, en Coatzacoalcos, Veracruz.
Entre los logros que se destacarán en los discursos oficiales serán la restitución del ciento por ciento de las reservas probadas con un año de anticipación a la meta establecida previamente. También se pondrá especial énfasis en haber logrado por segundo año consecutivo estabilizar la producción de crudo en un nivel de 2 millones 550 mil barriles diarios.
Se insistirá en que México cuenta con un potencial de recursos de hidrocarburos aun por cuantificar, por lo que es indispensable establecer una dinámica de crecimiento agresivo, que permita enfrentar la declinación de los yacimientos más importantes e incrementar las reservas.
Según los últimos estudios geológicos y geofísicos, se estima que México cuenta con 54 mil 600 millones de barriles de petróleo crudo equivalente de reservas prospectivas al primero de enero de 2012.
Los recursos prospectivos, que tienen posibilidades de éxito, en aguas profundas en tirantes de agua mayores a 500 metros, tanto documentados como adicionales, se estiman en 26 mil 500 millones de barriles de petróleo y gas o 48 por ciento de los recursos totales y se han identificado 10 áreas relevantes: Cinturón Subsalino, Oreos, Nancan, Jaca, Patini, Lipax, Yoka, Han, Cinturón Plegado Pérdido, Holok y Nox Hux.
En la ceremonia conmemorativa del 74 aniversario de la nacionalización de la industria petrolera decretada por el entonces presidente de México Lázaro Cardenas en 1938, estará presente el sempiterno líder petrolero Carlos Romero Deschamps, el secretario de Energía, Jordy Herrera, el director general de Pemex, Juan José Suárez Coppel, y el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, entre otros invitados.
Pemex, la empresa más rentable del mundo, registró en 2011 ingresos por ventas de un billón 558 mil millones de pesos, con lo que su capacidad de generación de flujo de efectivo reportó un incremento de 29.4 por ciento.
Sin embargo, la pesada carga tributaria aprobada por el Congreso, y acentuada por los elevados precios del crudo prevalecientes en el ámbito internacional propició que el pago de impuestos alcanzará 876 mil millones de pesos, un aumento de 33.9 por ciento, lo que influyó para que la paraestatal acumulara una pérdida neta de 91 mil 500 millones de pesos o unos 6 mil 500 millones de dólares.
Es importante señalar que Pemex desde el sexenio de Carlos Salinas a la actualidad (1988-2012) se ha venido utilizando como instrumento de estabilidad macroeconómica y terreno de oportunidad para la inversión privada en un proceso de desmantelamiento gradual y progresivo, al tiempo que se privatizan las actividades sustantivas petroleras.
Este proceso comenzó con la petroquímica, continúa con el gas natural y sigue con el crudo con las licitaciones para la exploración y explotación de campos maduros, así como con la futura ratificación por parte del Senado de la República del acuerdo sobre yacimientos transfronterizos entre Estados Unidos y México, firmado el 20 de febrero de este año.
Recordemos que en 1995, al margen de la Constitución, se reformó la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el ramo del petróleo para dejar fuera la industria petrolera reservada a la nación, el transporte, el almacenamiento, la distribución, la venta y el comercio exterior de gas natural. El transporte de gas licuado por medio de ductos fue incluido en el proceso. Poco tiempo después se vendieron a empresas privadas las redes de distribución de gas natural de Pemex.
En 1996 se abrió completamente la petroquímica y se pusieron en venta los complejos petroquímicos aunque fracasó la operación en virtud de las condiciones exigidas por los potenciales compradores y ahora las actividades de explotación en la zonas sur y norte mediante concesiones que van de 25 a 30 años para la explotación de campos maduros.
Adicionalmente, la exploración y la explotación en el activo Chicontepec la realizan empresas privadas extranjeras como Shlumberger, Halliburton, Tecpetrol, entre otras. Con ello, se sigue acelerando el contratismo iniciado en el sexenio de Ernesto Zedillo, continuado con Vicente Fox y exacerbado en la administración de Felipe Calderón.
En contraste a esta tendencia, la inversión pública con recursos propios entra en un proceso de extinción, siendo sustituida por inversión con capital privado a través de los llamados proyectos de inversión financiada con impacto diferido en el gasto público (Pidiregas) que propició, junto con las colocaciones de deuda en los mercados internacionales, que el endeudamiento de la paraestatal haya llegado a niveles históricos de 782 mil 773 millones de pesos, equivalente a 55 mil 951 millones de dólares al cierre de 2011.
Los crecientes aumentos en los costos de operación, el confiscatorio régimen fiscal, el abultado pasivo laboral y una pésima administración han llevado a Pemex a registrar activos por un billón 536 mil 125 millones de pesos, unos 109 mil 799 millones de dólares, contra pasivos totales por un billón 728 mil 213 millones de pesos, equivalente a 123 mil 528 millones de dólares, lo que la ha arrastrado a un patrimonio negativo de 192 mil 88 millones de pesos, unos 13 mil 730 millones de dólares, en 2011.
Pemex tampoco se ha salvado de los embates de la delincuencia organizada. A diciembre del año pasado, se identificaron y clausuraron un total de mil 324 tomas clandestinas, mil 45 de las cuales se localizaron en poliductos y 279 en oleoductos a cargo de Pemex Refinación; adicionalmente, se registraron 39 TC en ductos de Pemex Exploración y Producción y 56 en líneas de Pemex Gas y Petroquímica Básica.
Se estimó que, al mes de noviembre de 2011, el volumen de combustible sustraído ilegalmente a través de TC en el sistema de transporte por ductos, ascendió a 2 millones 986 mil 563 barriles, volumen que resulta 52 por ciento mayor respecto del volumen estimado durante el mismo periodo en 2010, que fue de un millón 959 mil 439 barriles.
Este 18 de marzo nuevamente escucharemos el discurso oficial que repite sin cesar que Pemex no se privatiza, sin embargo, en los hechos se viene transfiriendo sistemáticamente la operación petrolera a empresas extranjeras en un proceso de encogimiento y eventual extinción de Pemex, para convertirla en una entidad administradora de contratos.