Sociedad y Justicia
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En la indefensión, opositores a megaproyectos

Deploran ONG asesinato de Bernardo Vásquez
 
Periódico La Jornada
Sábado 17 de marzo de 2012, p. 39

El asesinato de Bernardo Vásquez Sánchez, dirigente del Consejo de Pueblos Unidos en Defensa del Valle de Ocotlán, demuestra el nivel de vulnerabilidad de quienes se organizan para repudiar los megaproyectos de empresas trasnacionales, y la nula disposición de las autoridades del país para defender los recursos de las comunidades indígenas y rurales, lamentaron integrantes de organizaciones ambientalistas.

María González, del Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario, lamentó el deceso de Vásquez Sánchez, uno de los principales opositores a la mina La Trinidad, de la compañía mexicana-canadiense Cuzcatlán, quien había advertido de la presencia de grupos armados que ya habían asesinado a otros activistas, entre ellos Bernardo Méndez, miembro de la Coordinadora de Pueblos Unidos del Valle de Oaxaca.

Los defensores del medio ambiente y los derechos humanos estamos en total riesgo y vulnerabilidad, y mucho más por esta emergencia nacional que vive el país con la estrategia de seguridad pública del gobierno, donde se criminaliza la protesta y es fácil decir que cualquier muerte está relacionada con el crimen organizado, deploró.

Por tal motivo, llamó a las organizaciones de defensa de las garantías individuales a permanecer unidas y exigir por todos los medios que se realicen investigaciones exhaustivas para esclarecer el asesinato de Bernardo Vásquez, y se respete el derecho de las comunidades a ser consultadas sobre los proyectos económicos que se planee realizar en sus territorios.

Beatriz Cruz, del colectivo ambientalista Hoja Verde, indicó por su parte que diversos organismos de derechos humanos convocarán a realizar protestas frente a la embajada de Canadá de manera respetuosa y tranquila, pero haciéndoles saber nuestro enojo de forma rotunda.

Este nuevo ataque confirma que a las grandes empresas trasnacionales no les interesa el respeto a la vida de las comunidades indígenas, y en consecuencia, tampoco les interesa si invaden su territorio, porque están amparadas por una cadena de inoperancia y corrupción.