Como continuación de una utopía cooperativista posible, la noche del jueves fue inaugurada la exposición colectiva Origen de un acervo: donaciones del Salón de la Plástica Mexicana a la Colección Pascual.

La selección reúne nombres como Alberto Beltrán, Leonora Carrington, Alfredo Zalce, Olga Costa, Rina Lazo, Ángel Bracho, Arturo García Bustos, Desiderio Hernández Xochiteotzin, Fanny Rabel, José Chávez Morado, Luis Nishizawa, Rufino Tamayo, Enrique Bostelmann, Mariana Yampolsky y Héctor García.

Se trata de 92 artistas, entre pintores, grabadores, escultores y fotógrafos, todos integrantes del Salón de la Plástica Mexicana (SPM), que donaron obras en solidaridad con la lucha de los trabajadores refresqueros en los años 80 para salvar su empresa y crear la Sociedad Cooperativa Trabajadores de Pascual.

Ante la coordinadora general del SPM, Cecilia Santacruz Langagne y de artistas como Helen Bickham, el presidente de la Fundación Cultural Trabajadores de Pascual y del Arte, Ricardo Domínguez Mijares, dijo que en arte y cultura lo que se guarda se pierde y lo que se da, se gana.

Recordó la solidaridad de muchos artistas independientes, del SPM y de otras instituciones y organizaciones que donaron sus obras para que se subastaran y, así, recabar fondos en favor de la resistencia de los trabajadores. Pero como no todas se pudieron vender, en 1991 se creó la fundación cultural que resguarda tan singular colección.

El acervo, siempre en aumento, según informa la fundación, cuenta con mil 450 piezas y esta institución cultural es reconocida por público, creadores y especialistas, no sólo como una organización que resguarda una importante colección, sino como una plataforma que difunde el trabajo artístico de creadores noveles de México y algunos del extranjero, quienes también han donado obras a la fundación.

Al final dio las gracias a los artistas, al pueblo de México y a los trabajadores de la cooperativa, quienes con su esfuerzo y participación han permitido que esta utopía continúe latente.

Información del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), del que depende el SPM, recordó que el origen de la Colección Pascual remite al poder de convocatoria que hace casi tres décadas logró entre la comunidad artística el movimiento de los trabajadores de Refrescos Pascual y su incipiente proyecto cooperativo, entonces calificado como utópico.

La exposición Origen de un acervo: donaciones del Salón de la Plástica Mexicana a la Colección Pascual concluirá el 8 de abril en el Salón de la Plástica Mexicana (Colima 196, casi esquina Jalapa, colonia Roma).