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Realizado por su hija Carolina, se proyectará el domingo en CU

Documental aborda las diversas facetas del actor Max Kerlow
Foto
Max Kerlow ha participado en 103 películas. En la imagen, en su departamentoFoto Isabel Moncada Kerlow
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de marzo de 2012, p. 9

La intención primera del actor Max Kerlow (México, DF, 1928), con 103 películas en su haber, de ser pintor y cómo la vida lo llevó por otros rumbos, es de alguna manera el hilo conductor de Cada cosa tiene su historia, documental realizado por su hija Carolina, que se proyectará el domingo 18 a las 16 horas, en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario, en el festival Contra el silencio todas las voces.

El video de 57 minutos se desarrolla en el departamento de don Max, que el protagonista recorre, mostrando sus objetos, contando la historia detrás de cada uno, así como sus recuerdos. El único que habla es él, pero, lejos de resultar monótona, la charla es amena porque don Max es un gran conversador. Así nos enteramos de que fue un primo recién salido de la escuela quien le sugirió estudiar arquitectura dado su interés por la pintura. Ya casado, cuando se acabó el trabajo arquitectónico se vio obligado a buscar otra cosa; allí es cuando se metió a promover las artesanías con artistas plásticos como Manuel Felguérez y Felipe Ehrenberg.

Amigo de directores de la talla de Paul Leduc, Felipe Cazals y Arturo Ripstein, resultó natural que lo invitaran a participar en sus películas, aunque don Max asegura que siempre le gustó actuar: Me invitaban a las fiestas a veces nada más para contar chistes; tengo mi diploma de contador de chistes. También es mago. Incluso, pudo combinar sus intereses: “Cuando Miguel Littin dijo ‘nos vamos a Chihuahua a filmar Actas de Marusia (1975)’, yo aprovechaba para llevar mis catálogos y vendía muy bien mis artesanías”.

Carolina, quien es productora de programas televisivos, como la serie Naturaleza quieta, con Marcos Límenes, en TV UNAM, siempre tuvo ganas de hacer un documental sobre el personaje que es su padre: Empecé a recolectar el material, tengo como 14 o 15 horas de entrevista con papá que abarcan diversos temas. Luego, pedí un apoyo a proyectos y coinversiones al Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, que me fue otorgado en noviembre de 2010. Fue un aliciente que me permitió retribuir de alguna manera a las personas que me iban a ayudar.

La fotografía y edición es de Azeneth Farah; Luisa Riley colaboró en montaje, Carlos Espinoza estuvo a cargo de la postproducción, Carlos Cano Kanito diseñó el audio, y Leonardo Heimendinguer compuso la música original.

Cada cosa tiene su historia aborda varios aspectos de la vida de don Max: la historia familiar, la arquitectura y su promoción de las artesanías, en las que hizo una serie de innovaciones con Felguérez al sacar una línea de cerámica, y con Ehrenberg el desarrollo del papel amate pintado. También sale a flote el café-galería La Amargura, que don Max tuvo en la calle del mismo nombre en San Ángel.

Cintas conocidas

Luego está su actuación en películas tan conocidas como El apando (1975), Frida, naturaleza viva (1983), Cabeza de Vaca (1990), Por si no te vuelvo a ver (1997) y La hija del caníbal (2003). En el filme italiano Mediterráneo (1991), de Gabriele Salvatores, ganador del Óscar a la mejor película extranjera, don Max tuvo un papel protagónico. También ha hecho documentales y comerciales, aunque pocos.

Por último está su faceta de pintor, con fuerte influencia de la arquitectura. Sólo ha hecho una exposición, pero a sus 84 años dibuja todos los días y hace caricaturas con base en el periódico. De acuerdo con don Max, después de esos caminos por los que la vida lo va llevando uno acaba ya más o menos con posibilidades de hacer lo que uno quería, aunque, como decía Picasso, en esta edad es cuando más ganas tiene uno de hacer cosas; siento que uno las entiende mejor, sabe mejor lo que quiere hacer, pero ya es demasiado tarde.