Saltillo, Coah., 14 de marzo. La violencia en Coahuila –que hoy lleva 10 días consecutivos, aunque en menor medida– llegó a su tope y va a pasar pronto, aseguró el gobernador Rubén Moreira Valdez.

Las balaceras entre grupos del crimen organizado y los ataques contra policías y militares es un tema que va a pasar pronto, porque el Estado tiene la suficiente fuerza para enfrentar lo que hoy está pasando, y después de esta racha o cúspide vamos a regresar a mejores estadios de seguridad, dijo tras encabezar un acto de desarrollo urbano en Saltillo.

El aumento en las manifestaciones de violencia de bandas criminales, dijo, es consecuencia del combate a cargo de la policía estatal y del Ejército, y también de la llegada de pistoleros de otras partes del país que pretenden incursionar en el estado y se disputan el control de Saltillo y Piedras Negras, entre otras ciudades. Lo que hemos visto es que provienen del Golfo y del Pacífico, precisó.

El gobernador se reunió con alcaldes en el Museo del Desierto de Saltillo, frente al cual el domingo pasado ocurrió un tiroteo entre policías y militares con gatilleros, dos de los cuales murieron.

–¿Es el tope? --se le preguntó.

–Sí señor. Ya no va a haber. Este es el tope. De aquí para adelante, no digo que de un día para otro, porque sería mentirles, vamos a ir teniendo mejora.

Hoy mismo, sin embargo, la Fiscalía General del Estado reportó que a las 17:30 horas hubo detonaciones de armas de fuego en el cruce de los bulevares Luis Donaldo Colosio y Jesús Valdés Sánchez. Fuentes de la dependencia señalaron que se pudo tratar de un breve tiroteo entre grupos criminales rivales.

El gobernador anunció que contrató como asesor de seguridad a Jorge Tello Peón, que en 2008 desempeñó el mismo cargo en el gobierno de Felipe Calderón, quien el 26 de marzo de 2009 lo designó secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, donde permaneció nueve meses.

En el gobierno de Vicente Fox fue subsecretario de Seguridad Pública y renunció dos meses después de que Joaquín El Chapo Guzmán se fugó del penal de Puente Grande, Jalisco. Antes del escape, Tello Peón revisó las condiciones de seguridad del reclusorio, lo que generó sospechas.

Participó en el diseño del Centro de Investigación y Seguridad Nacional del que fue director general y estuvo a cargo del desaparecido Centro de Planeación para el Control de las Drogas, de la PGR.