Ni el beisbol ni el público tienen enemigos, por lo que el incidente la noche del pasado martes en Saltillo es un problema ajeno, comentó el presidente de la Liga Mexicana de Beisbol, Plinio Escalante.

El dirigente acudió a la presentación de los Diablos Rojos del México y al término de la reunión hizo comentarios sobre el problema suscitado en el Parque Abraham Curbelo, donde los Saraperos sostenían un partido de preparación con su filial Saraperitos.

Tengo el reporte de que sólo dos proyectiles se incrustaron en el autobús de los Saraperos, que estaba vacío y estacionado afuera del parque, por lo que los acontecimientos no tuvieron nada que ver con el partido, aseguró.

Escalante admitió que ese hecho afecta a la LMB, por lo que habló con las directivas de los equipos para que arreglen lo correspondiente con las autoridades policiacas en cada plaza.

En relación con la elección de algunos peloteros al Salón de la Fama, no aceptó a los recién nombrados e informó que la próxima semana viajará a Monterrey para anunciar las medidas de inducción de los futuros miembros del salón de los inmortales del beisbol mexicano.

Por su parte, el gerente deportivo de los Diablos Rojos del México, Roberto Castellón, dijo sobre el hecho de violencia en Saltillo que no estaba bien enterado y sólo sabía lo que escuchó por las noticias.