Luego de trabajar ocho años por Internet desde varias urbes publican libro a ocho manos
un giro lúdicoa la práctica secretarial de la taquimecanografía
Las autoras son Laureana Toledo, Gabriela Jáuregui, Mónica de la Torre y Aura Estrada
Jueves 15 de marzo de 2012, p. 6
La publicación del libro Taller de taquimecanografía marca la culminación del experimento de creación colectiva a ocho manos, de cuatro mujeres, quienes comenzaron a trabajar desde 2004.
El volumen, editado por Tumbona, fue presentado hace unos días en la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Se trata de un cádaver exquisito en varias rondas, tan abierto y proliferante como el medio que sirvió de enlace: Internet
, explicó la artista Laureana Toledo, quien trabajó junto con Gabriela Jáuregui, Mónica de la Torre y Aura Estrada, esta última fallecida tres años después de comenzar esa propuesta.
Para realizar el libro trabajamos casi todo por Internet, debido a que las cuatro estábamos en diversos países y a lo largo del proyecto éste fue el medio tecnológico para la comunicación e intercambio de obra
, aseveró la escritora y poeta Gabriela Jáuregui.
El trabajo, dijo Laureana Toledo, es un guiño al cliché de la mujer y la escritura detrás de la máquina de escribir mecánica.
Además, indicó Jáuregui, el pretexto inicial fueron los objetos urbanos dejados a su suerte en las urbes donde ellas residían: Los Ángeles, Nueva York, Londres y la ciudad de México.
El resultado, luego de años de trabajo, fue una suerte de correspondencia y fricciones especulares, ecos juguetones y saltos cuánticos que se observan en las páginas del libro, con la tradicional tipografía de la máquina de escribir mecánica
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Intervención multimedia
Con Taller de taquimecanografía se da un giro lúdico a esta tradición secretarial y se asume una práctica casi anónima y maquinal, tan criptográfica como la taquigrafía que de adolescentes, supuestamente, se les inculcó como parte de su educación
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El proyecto, señaló Jáuregui, se inició con un primer texto del cual se generaron los demás, porque no lo enviábamos y cada quien tenía como tarea encontrar algo, alguien o un objeto en la calle, como fue el caso de Laureana Toledo, quien halló una vieja máquina de escribir en Oaxaca
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Otros de los elementos que se retomaron para el proceso fueron un recorte de periódico que mostraba personas disfrazadas de conejos, muebles y tapetes, además de la increíble historia de un migrante mexicano, quien tiene una cadera de titanio
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Después de hallar esos componentes –reales o metafóricos– el procedimiento de intervención multimedia, de escritura y desescritura comenzó y se repitió cinco veces en honor al OuLipo, una de las fuentes de inspiración del taller y, con la finalidad de introducir un factor discordante que rompiera con la simetría, se incluyó un quinto integrante, un elemento fantasma
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