Realizan semana internacional sobre ese órgano en la UNAM; concluye el próximo domingo
Permite disecarlo, conservarlo y entenderlo de forma tridimensional, explica José Figueroa Gutiérrez
Montan exhibición en Universum, además de programar varias actividades
Jueves 15 de marzo de 2012, p. 2
Si el cuerpo humano pudiera ser equiparado con una filarmónica, al cerebro le tocaría desempeñar el puesto más importante: director de orquesta.
Su función es procesar la información que recibe del ambiente por medio de receptores sensoriales del cuerpo, por lo que responde a diversos estímulos y sensaciones, ya sea generando algún movimiento u ordenando la liberación de alguna hormona.
En la Semana Internacional del Cerebro, que se realiza del 14 al 18 de marzo, la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) efectúa varias actividades para destacar la importancia de este órgano, con más de 100 mil millones de neuronas.
El cerebro es como una central de cómputo compleja que analiza estímulos, genera instrucciones que controlan los movimientos de los seres vivos, regula las funciones corporales, aprende a partir de las experiencias y controla procesos voluntarios, como comer o jugar.
Ser responsable de un sinnúmero de cosas lo convierte en una misteriosa y compleja pieza de estudio; de ahí que existan diferentes técnicas para hacerlo.
Una de ellas, destacaron académicos universitarios, es la plastinación, método para extraer toda el agua de los tejidos (aproximadamente 70 por ciento de la composición del ser humano) a un cadáver y remplazarla por un polímero, que permite mantener las piezas tal como se ven en la realidad. Es una gran herramienta en la docencia, la investigación, la divulgación y en diferentes exposiciones para hallar los misterios cerebrales.
El proceso de plastinación fue creado y patentado en 1975 por el médico y científico alemán Gunther von Hagens, quien en 1990 lo empleó en un cuerpo humano completo. El pionero en México fue el doctor Raúl Martínez Galindo, quien comenzó a usar la técnica en años 90.
En entrevista, el neurocirujano José Figueroa Gutiérrez, profesor encargado del Laboratorio de Anatomía Humana de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, indicó que el proceso de plastinación de diferentes órganos es de gran utilidad.
En particular hacerlo con cerebros humanos brinda herramientas y conocimientos ante la complejidad de este órgano, sobre todo para los especialistas en su estudio. Es un tejido difícil de manipular y debe ser entendido de forma tridimensional. Esta técnica nos permite disecarlo, conservarlo y entenderlo en forma tridimensional. Además, las piezas son secas, no requieren el uso de guantes ni aplicación de formol y son imperecederas, pueden durar toda la vida.
Desde ayer y hasta el 18 de marzo, en el Museo de las Ciencias Universum de Ciudad Universitaria, se puede visitar la exhibición de piezas plastinadas, en la sala del Cerebro de ese recinto.
Las piezas ayudan a conocer cómo daña la capacidad cerebral un tumor o un impacto de bala. Se puede observar la manera en que un tumor invade la región frontal del cerebro. Cuando el nódulo invade esta región, explicó Figueroa, se dañan las fibras de proyección del tálamo, afectando el comportamiento, la autocrítica, el pensamiento afectivo y la capacidad de raciocinio.
Afecciones
Entre las actividades que se realizan en Universum, ayer se efectuó una charla de divulgación, en la que Felipe Zaragoza, de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó muchas de las causas de morbimortalidad ligadas al cerebro. Destacó los tumores, los traumatismos raquimedular y craneoencefálico, malformaciones y neurocisticercosis.
El especialista detalló que en el cerebro también se alojan emociones como el amor, se presenta el equilibro, se desarrolla el lenguaje, la memoria, la atención. De ahí que también haya defendido la plastinación para el estudio del mismo.
Por su parte, Santiago Aja Guardiola, de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia, uno de los académicos que usan más este método dentro de esa entidad universitaria, planteó: Todo lo que haya estado vivo puede plastinarse, como plantas, animales, humanos. Esto es mucho más económico, comparado con la preparación (continua) de especímenes
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