El PRD en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de ley de redes, sistemas, contenidos y servicios digitales en banda ancha, con el fin de ubicar a México en un plano tecnológico comparable al de las naciones que presentan los avances más importantes en materia de telecomunicaciones.

Francisco Hernández Juárez, representante perredista, argumentó que la propuesta daría continuidad al proceso de construcción de una política de Estado en el sector, y que el papel jugado por el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana ha resultado fundamental para frenar el desinterés del gobierno federal, que ha generado un ambiente de incertidumbre, con la consecuente inhibición de inversiones y retraso en la modernización y crecimiento del sector.

Esta ley permitirá que México cuente con un plan y una red de conectividad universal, como una de las prioridades del plan nacional de desarrollo. Su objetivo es colocar a nuestro país en el mismo plano de muchas naciones que están avanzando rápidamente en el establecimiento de redes y sistemas digitales, y con ello mejorar nuestras capacidades creativas y de innovación, obteniendo nuevas competencias, locales y globales que le permitan al país una salida exitosa de la crisis, así como lograr mayor cohesión social.

Entre los argumentos de Hernández Juárez destaca la obligación constitucional del gobierno federal como garante de los servicios de comunicación, y le asigna además un papel preponderante en la planeación, ejecución y vigilancia del plan de conectividad universal (PCU) para que recupere la rectoría en el sector, estableciendo el acompañamiento del Congreso de la Unión en el cumplimiento de tal objetivo.

También se incluye la regulación de las diferentes industrias que convergen digitalmente, como telecomunicaciones, radiodifusión, cine, televisión, Internet y editoriales, armonizando las implicaciones respecto de los derechos de autor dada la creciente importancia que está teniendo la creación y distribución de contenidos digitales

“Con esta propuesta, México tiene aún la oportunidad de recuperar el tiempo perdido y dar un paso firme en el uso intensivo de la banda ancha como instrumento para impulsar un desarrollo sustentable, cerrar la brecha digital y ampliar los servicios de educación y de salud, además de hacer eficiente y transparentar a la administración federal, con la construcción de las nuevas redes y sistemas contemplados en el PCU.