El cine documental se ha convertido en una herramienta de conocimiento, en un arma para ese fin, expresó ayer Marina Stavenhagen, directora general del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), en conferencia de prensa, en la cual se presentó el programa del 7 Encuentro latinoamericano de cine y video documental independiente: Contra el silencio todas las voces, que se desarrollará del 16 al 23 de marzo en varias sedes.

Agregó que la inauguración será este viernes, a las 19:30 horas, en la sala Julio Bracho del Centro Cultural Universitario de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Destacó que en ese contexto se efectuará el Encuentro Nacional de Documentalistas, con representantes de 25 estados, así como el coloquio Ciencias sociales y documental, con la participación de alumnos del área, el cual tendrá valor curricular.

Se exhibirán 136 documentales en concurso, en ocho categorías, con la participación de 31 países.

El debate se centrará en los siguientes temas: documental y relaciones de poder; documental: investigador y sujeto de investigación, y documental y ciencias sociales.

Los ganadores recibirán un premio de 3 mil dólares.

El encuentro es uno de los más nobles del calendario cinematográfico de México. Es una iniciativa de gestión independiente que ha logrado vincularse, sobre todo, con ámbitos académicos y de producción independiente del cine documental. Este tipo de cine posibilita la relación entre los pueblos por su capacidad de conocimiento y reconocimiento de la realidad mediante las imágenes. El mundo evoluciona y cada vez hay mayores herramientas para la creación cinematográfica, y esto también hace que los realizadores hagan acercamientos cada vez más íntimos a la realidad. Contra el silencio... tiene una videoteca inmensa, una de las más importantes del país, con 2 mil 500 títulos. A la fecha, es de verdad importante citarlo, se mantiene el número de los productos gracias a que el solicitante devuelve las películas; esto es importante para la preservación de la memoria.

Guadalupe Ferrer, directora de Actividades Cinematográficas de la UNAM, expuso que conoce este festival por dentro, ya que formó parte del jurado en una edición. Cuando Cristian nos propuso llevarlo al Centro Cultural Universitario estuvimos de acuerdo en que las tres salas que lo conforman, más la explanada del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), fueran sedes.

Iztapalapa, caso excepcional

En su oportunidad, Cristian Calónico, quien dirige el encuentro, informó que en total son 50 sedes. “El caso excepcional es la delegación Iztapalapa, que en esta ocasión planteó que tenía 70 sitios para proyección, lo cual nos dio gusto porque se trata de la demarcación más poblada de la ciudad, la más marginada, y ahora hay interés por llevar a la gente otro tipo de propuestas cinematográficas.

En provincia vamos a tener 15 sedes. Todas las actividades son abiertas y son gratuitas.

Los temas recurrentes en este encuentro son los relativos a derechos humanos, fronteras y migración, los movimientos sociales en América Latina, los indígenas y su entorno. La mitad de los documentales que nos llegan son de México: de éstos la mitad son del Distrito Federal. Los temas son la pederastia, la violación de los derechos humanos y mujeres.

Ferrer agregó: “Lo que queda claro es que hay un talento especial para hacer documentales en este país. Es cierto que la televisión abierta no les da mucha oportunidad, pero hace 20 años el Canal 4 sí los incluía, sobre todo de la vida animal y de nuestro mundo. Luego se supo que aunque la tv abierta compraba los documentales, no los exhibía; sin embargo, se le vio tanta veta a partir de la nominación de la obra de Michael Moore en Cannes, y de Presunto culpable en México, que hoy se sabe que un buen documental puede pasar en Cinépolis”.

Para mayores informes: contrasilencio