Sobre el piso de la Biblioteca México, en La Ciudadela, será colocado un tapete que Francisco Toledo realiza a mano, donde estará el acervo personal de Carlos Monsiváis, el cual podrá consultarse a partir del último trimestre del año.

La obra de alrededor de 128 metros cuadrados se caracteriza por un diseño donde se observarán figuras de gatos entre diversos trazos, plasmadas en fieltro, y se prevé que dure cien años si reciben mantenimiento adecuado, explicó Consuelo Sáizar, titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).

El tapete, que soportará los libreros, así como los pasos de los lectores, marcará un recorrido laberíntico en torno al acervo de Monsiváis, que consta de 24 a 27 mil volúmenes, entre libros y hemerografía diversa.

Esa colección del cronista, periodista y escritor fue adquirida por el CNCA en 13 millones de pesos, el cual destinó 20 millones más para el proyecto arquitectónico que se realiza en una crujía –de siete por 20 metros– en la Biblioteca México.

Dicho proyecto arquitectónico está a cargo de Javier Sánchez Corral y Aisha Ballesteros, quienes han previsto las medidas necesarias para la conservación de la obra de Toledo y la del espacio que albergará el fondo bibliográfico de Monsiváis.

Hemos pensado que en este pequeño espacio se puede lograr un recorrido que genere la sensación de que te puedes perder, como si fuera un laberinto; además, retoma la idea que tenía Monsiváis de que dentro del desorden él mantenía un orden, explicó Sánchez Corral.

El valioso acervo, que ya fue digitalizado, reúne volúmenes sobre teatro, novela, poesía y ciencias sociales.

Asimismo, indicó por su parte la titular del CNCA, se halla “una rica hemeroteca con colecciones de las revistas Sur, Tiempo, Siempre, Heavy Metal, Mad, Proceso, El Universal Ilustrado y de cómics, como La familia Burrón, La pandilla y The spirit”.

La biblioteca Monsiváis se suma a la iniciativa La Ciudadela: la ciudad de los libros, que cuenta con los acervos de José Luis Martínez, Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés y Alí Chumacero.