Durante su gestión como gobernador de Michoacán, Leonel Godoy evaluó varias veces romper con el presidente Felipe Calderón, pero no lo hizo, argumenta, porque consideró que era prioritaria su responsabilidad como mandatario de una entidad que depende brutalmente de los recursos financieros federales.

Inmerso ahora en un nuevo diferendo con el titular del Ejecutivo, a quien hará llegar una segunda carta de protesta, recalca que no tiene interés por confrontarse con Calderón, pero afirma que va a defenderse, porque no puede permitir que el Presidente lo acuse falsamente de malversar recursos públicos e incite a los michoacanos a llevar a acabo una especie de linchamiento político.

En entrevista, el senador Godoy señala que durante los cuatro años de su gestión como gobernador no recibió el mismo trato constitucional que dio a Calderón, pese a que la decisión de reconocerlo como titular del Ejecutivo le acarreó conflictos en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Muchos embates del calderonismo vulneraron la soberanía del estado, reconoce. Debió protestar por el llamado michoacanazo, por la incursión policiaca ilegal a su palacio de gobierno, por el envío unilateral de fuerzas federales y por el estrangulamiento financiero a que la entidad fue sometida por el gobierno federal.

Por ello, subraya, no le sorprendió tanto la actitud, sino “el tono del discurso del Ejecutivo federal el pasado día 3, en Morelia, cuando azuzó a los ciudadanos en su contra a partir de cifras falsas y a dar por hecho supuestas anomalías, pese a que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) aún no ha concluido el análisis de la cuenta pública de 2010.

Tres días después de las declaraciones de Calderón, Godoy le envió una carta, en la cual le reclama que, en un acto contrario a su investidura, prejuzgó sin medir el peso que tiene una declaración de su parte ni las consecuencias negativas que conlleva.

En ésta desmiente cifras y le hace notar que en tres ocasiones sostuvo que Michoacán recibía más de 5 millones de pesos al año por concepto de Seguro Popular, pero en realidad, en los cuatro años de su gestión, fueron 3 mil 633 millones de pesos en total.

Calderón no respondió la misiva directamente. Lo hizo un día después, el 7, por conducto del comisionado nacional para el Seguro Popular, David García Junco Machado, quien trata de justificar al Ejecutivo, pero vuelve a prejuzgar y se equivoca con las cifras.

El funcionario no pudo sostener el dicho presidencial de que recibimos más de 5 mil millones de pesos al año para el Seguro Popular y optó por decir que esa cifra es el gasto total del sector salud para el estado, pero insistió en juicios previos al sacar a relucir la cuenta pública de 2011, ¡que ni siquiera está aún a discusión! Y no sabemos todavía si la ASF hará observaciones cuando la revise.

El mandatario no respeta el estado de derecho, opina el senador perredista Leonel GodoyFoto Yazmín Ortega Cortés

En Morelia, agrega, Calderón no actuó como Presidente de la República, sino como presidente del PAN. No respetó el estado de derecho, el cual lo obliga a no prejuzgar ni a incitar linchamientos.

Godoy señala que, de hecho, la ASF formuló más de 9 mil observaciones a los tres poderes de la Unión en relación con el ejercicio presupuestal de 2010, y en el caso del Seguro Popular a cinco entidades, pero Calderón sólo se refirió a Michoacán.

Ante ello adelanta que enviará hoy otra carta a Los Pinos, porque seguramente este asunto va a continuar, dado que los diferendos tuvieron una motivación político-electoral, porque el PRD siempre ha sido un adversario a vencer en el estado.

La entrevista se realiza en sus oficinas del Senado, al que de manera reciente se reincorporó. Ahí dejó en claro que él nunca ha protagonizado escándalos ni acude a la descalificación o a los insultos con sus adversarios, y en el caso de Calderón siempre llevó una relación institucional, a pesar de que por ese motivo tuvo que incumplir con la resolución del Congreso Nacional de su partido de no reconocerlo.

Lo llamé Presidente y eso, sin duda, me trajo dificultades con un sector de mi partido, pero consideré que era prioritaria mi responsabilidad como gobernante, más allá de mis convicciones partidistas.

–¿Valoró en algún momento romper con Calderón?

–Varias veces. Convicciones nunca me han faltado, pero pensé en las consecuencias para Michoacán.

Explicó que no es lo mismo una entidad de la que sólo cinco por ciento de su presupuesto se conforma por recursos fiscales propios, que el Distrito Federal, que recauda 53 por ciento. Eso tiene mucho que ver a la hora de tomar una decisión tan radical.

El michoacanazo marcó el inicio de las hostilidades, pero Godoy ubica el punto de quiebre en septiembre de 2008, cuando la hermana del mandatario, Luisa María Calderón, anunció su intención de contender por la gubernatura del estado.

Las diferencias se agudizaron a partir de que ellos pensaron que podían gobernar Michoacán, pero el partido que venía de ganar las últimas siete elecciones consecutivas era el PRD.