Aumentan los ceros en los marcadores y caen los ratings
a liga mexicana ya no es negocio, claman dueños y federativos. Eso se explica tras lo ocurrido en la fecha 10, donde hubo tres empates a cero, para redondear en 12 el número de igualadas a lo largo del certamen sin que el público pudiera celebrar un gol. Atlas y Pachuca son los reyes del empate, pero los rojinegros cargan con la poco honrosa marca de cinco de esos partidos sin anotar.
Los aficionados no se retratan en las tribunas y el dramático descenso en el rating de los partidos transmitidos por tv tiene a los alquimistas de la Federación Mexicana de Futbol y al duopolio televisivo ideando fórmulas para mejorar el estado de un producto que, se creía, se vendía por sí solo. Sin embargo, ahora hasta el América se recarga en figuras populares, como Chespirito, para asegurarse una buena entrada.
Con la perspectiva de repartir los juegos de cada jornada entre cuatro o cinco días de la semana, como lo hace la liga española, las televisoras esperan ver mejorar sus mediciones de audiencia, así como la asistencia a los estadios. Sin embargo, la gente ya no se engancha tan fácilmente y reclama un espectáculo de altura que muchos equipos no tienen capacidad de brindar.
Pumas lleva cuatro partidos sin dar una alegría a su fiel afición, y ayer escribió con Tecos un partido para el olvido. En días pasados los auriazules hablaron del apremio por comenzar a sumar tres puntos, pero en el terreno de juego no hay congruencia con lo dicho. El plantel sufrió la expulsión de Fernando Espinosa, baja a la que se sumarán las ausencias de David Cabrera y Javier Cortés, convocados a la Sub-23.
El equipo del Pedregal, que el jueves se juega su pase a semifinales en la Concachampions al recibir al Isidro Metapán salvadoreño (perdió en la ida 2-1) y el domingo visita al América, parece a la deriva y sin opción de acudir a rehacerse a Avándaro. En este contexto, el día 22 se verificará la junta donde se definirá la continuidad o salida de Víctor Mahbub en la presidencia del Patronato.
La inercia, tras el empellón anímico aplicado por Johan Cruyff a las Chivas, sigue dando frutos; al menos esa es la idea de muchos. El Guadalajara, con el regañado Nacho Ambriz en el banquillo, ganó su tercer partido al hilo, ahora ante un Cruz Azul que en el segundo tiempo quiso reservarse para mejores batallas y acabó perdiendo con anotación agónica. Este revés le costó salir de zona de clasificación.
La irregularidad es el distintivo de la liga, no sólo afecta a equipos como Pumas, sino también tocó al líder Morelia, que redondeó una semana infausta con las derrotas ante el Monterrey, en la Concachampions, y frente al Toluca, en la liga casera. Unos Diablos que, vox populi afirma, se dirigen solos –es decir, la pauta la marcan los líderes Sinha y compañía–, pero que igual dan una de cal por otra de arena.
El América parecía haber alcanzado un nivel consistente, pero acabó exhibido por los Xolos. El equipo fronterizo se multiplicó para compensar dos expulsiones y al final rescató el empate. Las Águilas desperdiciaron la ocasión de asumir el liderato general y volvieron a la capital del país con la sensación de haber sido comparsa en la fiesta tijuanense.
Los dirigidos por Antonio Mohamed están a punto de rubricar su salvación y piensan más en la liguilla que en la parte baja. En zona de quema siguen los Estudiantes Tecos, a quienes les supo a victoria el punto logrado en Ciudad Universitaria, porque se pusieron a siete unidades del Atlas y a 10 de distancia de los Gallos Blancos; lo malo es que ahora enfrentarán a un Morelia herido.
La selección olímpica vivirá una crucial semana de preparación para afrontar el sábado su último examen ante Senegal, rumbo a la disputa por una plaza para los Juegos de Londres 2012. Luis Fernando Tena tiene mucho por trabajar luego de la derrota ante Estados Unidos. En la Concachampions, el martes el Monterrey –con ventaja de 3-1– define a un semifinalista ante Monarcas; el miércoles Santos recibe al Seattle Saunders con la misión de superar un adverso 2-1, y el jueves los Pumas serán anfitriones del Metapán.
