Las consecuencias serían más graves que la quiebra de Lehman Brothers en 2008, dicen
El informe del IIF describe el peor escenario para fomentar la participación en el canje: analistas
Miércoles 7 de marzo de 2012, p. 35
Atenas, 6 de marzo. Una suspensión de pagos de Grecia llevaría al hundimiento de Italia y España, a la desestabilización de la Unión Europea, de los bancos, a una profunda recesión en la eurozona y podría costar más de un billón de euros, advirtió el Instituto Internacional de Finanzas (IIF), grupo que representa a una docenas de grandes bancos privados tenedores de bonos de Atenas.
En un informe elaborado a mediados de febrero (antes de la firma del segundo plan de rescate a Grecia) y difundido este martes los banqueros que negociaron el acuerdo de restructuración y quita de la deuda griega alertan sobre las consecuencias de una moratoria del país.
Los acreedores privados de Grecia tienen hasta la noche del jueves para decir si participarán en un canje de bonos que es parte de un acuerdo de rescate de 130 mil millones de euros para estabilizar al país y recortar su deuda de 350 mil millones de euros en más de 100 mil millones.
Grecia busca que el canje tenga una aceptación de 90 por ciento. Hasta ahora sólo se ha logrado la aprobación de alrededor de 20 por ciento de los acreedores, muy por debajo del 75 por ciento requerido para evitar la moratoria griega, explicaron analistas, según Notimex.
Si la aceptación es inferior a ese porcentaje, pero excede el 75 por ciento, se espera que el país obligue al resto de los tenedores a participar, al activar lo que se conoce como cláusulas de acción colectiva (CAC). Pero si la participación es menor a 75 por ciento de los acreedores privados, el proyecto del segundo rescate a Grecia aprobado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional por 130 mil millones de euros fracasará y el país fuertemente endeudado se declarará en bancarrota, ya que no podrá devolver el 20 de marzo los 14 mil 400 millones que vencen ese día.
En ese caso, las consecuencias serían mucho más graves que la bancarrota del banco estadunidense Lehman Brothers
, cuyo desmoronamiento el 15 de septiembre de 2008 activó la crisis mundial y la desestabilización de los mercados financieros, argumentan los banqueros. Agregan que el costo global de una moratoria griega superaría el billón de euros.
Analistas dijeron que el documento del IIF podría haber sido diseñado para alarmar a los inversionistas y convencerlos así de que participen en el canje. Obviamente el informe está escrito como si el peor escenario ocurriera para tratar de fomentar la participación en el canje
, dijo Gary Jenkins, analista de Swordfish Research.
Según el análisis, los primeros afectados en caso de la bancarrota de Grecia serían el Banco Central Europeo (BCE), eslabón indispensable para el funcionamiento de la zona euro, y de rebote al conjunto de la Unión Europea. Si fracasa el acuerdo griego, probablemente el BCE sufriría pérdidas sustanciales, señaló el documento, toda vez que la exposición del banco central a Grecia de 177 mil millones de euros representa más de 200 por ciento de su base de capital.
Este choque financiero sobre el BCE amenaza con sacudir los fundamentos de la unión monetaria
, advierten los acreedores privados, que vaticinan que la institución de Francfort tendrá que inyectar más liquidez a los mercados financieros para estabilizarlos, lo que agravará su capacidad de intervención en otros sectores.
El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo el lunes que el canje era el mejor acuerdo al que los tenedores de bonos llegarán, y que activaría leyes para forzar pérdidas sobre los tenedores de bonos que no lo suscriban.
Una docena de importantes tenedores de bonos griegos, todos parte del comité directivo del IIF, han dicho que apoyarían el canje. Estos inversionistas tienen cerca de un quinto de los 206 mil millones de euros en deuda griega.
Otras víctimas de una moratoria de Grecia serían Irlanda y los países debilitados del sur de Europa. El contagio se va a acelerar en particular a Portugal y después rápidamente a Irlanda, Italia y España
, señala el informe.
La bancarrota de un país hará crecer la desconfianza a la hora de prestar dinero a los países más débiles. En consecuencia, el rendimiento del dinero va a aumentar, lo que será un lastre para el crecimiento de estos países.
Estrangulado por las políticas de austeridad, el poder de compra de las poblaciones se va a reducir, los intercambios comerciales van a disminuir, lo que va a afectar las economías de la mitad norte de la zona euro
, prosigue el documento.
En una reacción en cadena, la producción industrial en los países del norte de Europa va a disminuir y las consecuencias serán significativas para los ingresos fiscales y el empleo
, agrega el informe. Como consecuencia, la economía de la zona euro va a sufrir.
Los bancos también se verán afectados y tendrán que ser recapitalizados con 160 mil millones de euros, según el informe.