Ginebra, 4 de marzo. El Grupo de Trabajo de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre Desapariciones Forzadas recomendó al gobierno de México fijar un mecanismo efectivo para dar continuidad a las investigaciones sobre desapariciones forzadas cometidas durante la llamada guerra sucia.

El grupo de expertos de la ONU presenta hoy un informe ante el Consejo de Derechos Humanos, el cual reconoce que esas desapariciones son asignatura del presente, pues se trata de un delito de carácter continuado.

El documento sugiere transferir los archivos de ese periodo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) al Archivo General de la Nación, garantizar el libre acceso del público a éstos y sistematizar el ingreso a todos los textos de la extinta Dirección Federal de Seguridad y de la fiscalía especial para que también estén disponibles.

También aconseja revelar los nombres de las personas que participaron en las desapariciones forzadas, de acuerdo con la información en poder de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

El texto fue elaborado por Jasminka Dzumhur (Bosnia y Herzegovina), Ariel Dulitzky (Argentina) y Osman el Hajjé (Líbano) a raíz de la visita que llevaron a cabo a México del 18 al 31 de marzo de 2011 a invitación del gobierno.

Durante el periodo conocido como guerra sucia, de finales de la década de 1960 a principios de 1980, las fuerzas de seguridad llevaron a cabo una política de represión sistemática contra estudiantes, indígenas, campesinos, activistas sociales y cualquier sospechoso de ser parte de un movimiento de oposición, subraya el informe.

Hasta hace algunos años el Estado mexicano se negaba a reconocer la existencia de abusos cometidos por las fuerzas de seguridad; sin embargo, ha reorientado su discurso y ha adoptado algunas medidas relacionadas con los crímenes cometidos durante el lapso mencionado, indica el documento.

Por otra parte, el grupo de trabajo celebra el criterio judicial adoptado en julio de 2011 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en el caso de Rosendo Radilla, relativo a su desaparición forzada en el contexto de la guerra sucia.

Ese criterio facilita la completa implementación de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, muchas de las cuales coinciden con las recomendaciones hechas por el grupo de trabajo, menciona.