Washington, 3 de marzo. El gobierno de Arabia Saudita pudo haber tenido vínculos con al menos uno de los autores de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en territorio de Estados Unidos, afirmaron dos ex senadores estadunidenses ante un tribunal federal en Nueva York, al presentar una demanda judicial para que se investigue nuevamente el papel de ese país asiático en los hechos.

La demanda fue presentada Bob Graham y Bob Kerry, ex legisladores por los estados de Florida y Nebraska. El primero fue presidente del Comité de Inteligencia del Senado y el segundo integró la Comisión Nacional bipartidista sobre Actos Terroristas contra Estados Unidos.

Estoy convencido de que había una línea directa entre al menos alguno de los terroristas que perpetraron los ataques del 11 de septiembre y el gobierno de Arabia Saudita, indicó Graham, quen instó a investigar la participación de algunas organizaciones de caridad sauditas en la prestación de apoyo financiero y de otro tipo a la red Al Qaeda, así como el carácter preciso de las relaciones entre las organizaciones de beneficencia y ese gobierno árabe.

En una declaración presentada ante el tribunal esta semana, los dos ex parlamentarios sostuvieron que se actuó demasiado rápido para exonerar al reino de Arabia Saudita en la participación en los ataques terroristas en territorio de Estados Unidos.

Trascendió en medios judiciales que el tribunal neoyorquino escuchará los argumentos finales durante este mes para examinar si es viable volver a introducir a los sauditas como acusados por los hechos ocurridos en Nueva York y Washington.

En 2008, el gobierno de Arabia Saudita, varios príncipes, un banquero y una organización de caridad de ese país fueron exonerados de los cargos por estar presuntamente involucrados en los ataques terroristas.

La monarquía de Arabia Saudita es un importante aliado de Washington en la región de Medio Oriente y el golfo Pérsico.

En diciembre del año pasado, la Casa Blanca favoreció la venta de aviones y armas a esa monarquía árabe por un valor de 30 mil millones de dólares.

Según Kerry y Graham, ambos con acceso a información secreta sobre los atentados y la investigación, las figuras exoneradas pudieron haber jugado un papel importante en los atentados.

Preguntas importantes siguen sin respuesta acerca de la posible participación de las instituciones del gobierno saudita y actores en la financiación y el patrocinio de Al Qaeda, explicó Kerry en las nuevas declaraciones juradas.

De las 19 personas involucradas en la conducción de los cuatro aviones secuestrados el 11 de septiembre de 2001, 15 eran ciudadanos saudiárabes.