El navío quedó varado en el océano Índico tras un incendio
Viernes 2 de marzo de 2012, p. 46
Victoria, 1º de marzo. Agotados, pero aliviados, cientos de pasajeros del crucero Costa Allegra desembarcaron hoy en las islas Seychelles, después de tres días atroces
varados en el océano Índico sin electricidad, baños ni alimentos calientes, luego de que un incendio dejó a la embarcación sin propulsión ni electricidad.
Los pasajeros fueron recibidos con gritos de alegría por el comité de bienvenida organizado por las autoridades de las Seychelles. Fue un viaje agotador
, confirmó Alena Daem, pasajera belga de 62 años, quien indicó que se sentía exhausta, pero muy contenta de que todo hubiera terminado
.
El crucero partió el pasado sábado de Diego Suárez y se dirigía a Puerto Victoria, capital de Mahé, la mayor de las Seychelles, donde tenía previsto llegar el martes. Pero el lunes el navío sufrió un incendio en la sala de máquinas que paralizó los motores y provocó una falla general, pero sin causar víctimas.
Desde el martes, el Costa Allegra fue remolcado por un atunero francés hasta Puerto Victoria y escoltado por los guardacostas de las Seychelles para evitar un eventual ataque de piratas somalíes.
Los 627 pasajeros ahora tienen la opción de tomar vuelos de regreso a sus países o seguir sus vacaciones. Más de la mitad decidió permanecer en las Seychelles, con gastos pagados por la empresa dueña del navío, Costa Crociere.
Además de los pasajeros de 25 nacionalidades diferentes, el Costa Allegra, portacontenedores de 188 metros de eslora, transformado en barco de crucero, transportaba a 413 tripulantes. Entre los turistas también se encontraban un hondureño y un peruano.
El Allegra es propiedad de la armadora Costa Crociere, filial del gigante estadunidense Carnival, objeto de numerosas demandas después del naufragio de otro de sus barcos, el Costa Concordia, que dejó 25 muertos el 13 de enero cerca de la isla italiana de Giglio.
A todo esto, empleados de Costa Crociere revelaron que en los cruceros reinaba un clima de sexo, drogas y alcohol, según indicó el diario italiano La Stampa.
Según filtraciones de la investigación judicial, abierta en Italia, los trabajadores contaron a los fiscales que tanto los oficiales como algunos tripulantes solían estar borrachos. Nos preguntábamos durante las fiestas si alguien podría salvar el barco en caso de emergencia
, dijo Mery G., una de las empleadas.
Otra empleada, Valentina B., contó que las condiciones de vida de la tripulación eran pésimas y el capitán trataba a los empleados como esclavos
.