Profesores disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de 16 entidades marcharán nuevamente en la capital del país este 15 de marzo. Su demanda es la cancelación de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE), suscrita por Elba Esther Gordillo y el presidente Felipe Calderón en mayo de 2008, y la suspensión definitiva de la evaluación universal que se aplicará a más de 700 mil docentes de primaria en el país en junio próximo.

Francisco Bravo, secretario general del magisterio democrático de la sección 9 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), afirmó que esta acción forma parte de una jornada nacional de movilizaciones de 72 horas en la que participarán todos los contingentes de la CNTE del 14 al 16 de marzo próximo.

Informó que la dirección política nacional de la coordinadora acordó reiniciar las protestas ante la negativa de las autoridades federales de dar una respuesta a sus demandas, pues sólo nos quieren traer de una mesa a otra, sin hacer propuestas ni generar avances sustantivos.

Por ello, explicó que los disidentes continuarán con las jornadas informativas y actos de protesta, mientras el 14 de marzo una parte de los contingentes se dedicará a informar en sus colonias y ciudades que volverán a las calles para rechazar la aplicación de la ACE y sus efectos nefastos en el sistema educativo nacional.

Como parte de las acciones para informar a padres de familia y a la socidad en su conjunto, reiteró que este sábado cientos de profesores acudirán al Zócalo capitalino para dar una clase por la educación pública y la democracia sindical en la que habrá conferencias magistrales sobre el sistema educativo mexicano, los procesos de privatización de la educación pública y los riesgos que enfrentan, no sólo los maestros, sino padres de familia y alumnos, si no derrotamos de una vez por todas a la ACE.

Bravo destacó que tanto la Secretaría de Educación Pública como el SNTE aplican diversas estrategias para presionar a miles de docentes para que participen en la aplicación del examen universal. Por las movilizaciones de febrero se nos descontó la falta. Hay un bombardeo constante con volantes del SNTE para convencer a los docentes de participar en la evaluación, concluyó.