Los grupos del crimen organizado han llegado a poner en riesgo la estabilidad democrática de la región, al intervenir en los procesos electorales amenazando o asesinando candidatos, y en algunos casos imponiendo a sus propios aspirantes. Esto constituye una expresión más de los riesgos que representa la delincuencia organizada sobre la conservación de las instituciones democráticas, afirmó ayer el secretario de Seguridad de la Organización de Estados Americanos (OEA), Adam Blackwell, durante la inauguración de la Reunión Hemisférica de Alto Nivel contra la Delincuencia Organizada Trasnacional.

En tanto, el presidente Felipe Calderón advirtió que los gobiernos de América Latina deben frenar la fuente de financiamiento de las organizaciones criminales si no queremos que la lucha en su contra sea lenta, peligrosa y muy larga.

Sostuvo que de haber cortado el flujo de recursos ilícitos para las organizaciones criminales, ya estaríamos del otro lado de la lucha. Propuso explorar políticas públicas que puedan detener el blanqueo de capitales e hizo un llamado a conformar un bloque continental para enfrentar a esas bandas.

En su discurso, el mandatario mexicano hizo un reconocimiento al apoyo que ha recibido del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para detener el flujo de amas hacia México, el cual, dijo, se incrementó, según estudios de la Presidencia de la República, cuando durante la administración de George W. Bush se levantó la prohibición para la libre venta de armas de asalto a civiles en aquel país.

Calderón explicó que a mayor disposición de armas, el número de crímenes violentos se incrementa y se mantiene durante varios años. Expuso que durante su gestión, en México se han decomisado 140 mil armas, de las cuales 84 mil son rifles de asalto, además de 10 millones de cartuchos que estaban en manos de grupos criminales.

El representante de la OEA señaló que el continente americano es la zona donde se cometen más homicidios en el mundo y es la principal ruta del tráfico ilícito de personas, armas y drogas.

Consideró que los grupos criminales de carácter transnacional afectan todas las esferas sociales y políticas, al igual que la integridad territorial de las naciones y las actividades de instituciones públicas y privadas, por lo que ponen en riesgo la estabilidad económica y democrática de nuestra región.

Mencionó que un tercio de la población de América Latina y el Caribe ha sido víctima de algún delito, pero la fría estadística no logra ocultar el costo humano, socioeconómico y político que deja la violencia generada por los grupos criminales, lo que constituye un grave freno para el desarrollo de las sociedades y un desafío para el fortalecimiento de las naciones.

La procuradora general de la República, Marisela Morales, dijo que “el mundo globalizado en el que vivimos propicia que factores como el terrorismo, el crimen organizado, el narcotráfico y el tráfico de armas, entre otros, se constituyan en nuevas, difusas y complejas amenazas que rebasan las fronteras nacionales y ponen en riesgo nuestra seguridad y nuestra tranquilidad, por lo que se requiere la cooperación de todos para enfrentarlas exitosamente.

“Las cada vez más complejas manifestaciones de la delincuencia organizada trasnacional han tascendido la esfera de la seguridad pública para convertirse en una amenaza a la seguridad de nuestros países (…). Estimamos prioritario impulsar la articulación de los esfuerzos hemisféricos contra la delincuencia organizada.”