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El asunto es cómo se distribuiría si se acentúa la escasez: funcionarios

El agua podría ser motivo de tensión entre México y EU

Buscan alternativas para cumplir con acuerdos en la frontera común

 
Periódico La Jornada
Lunes 27 de febrero de 2012, p. 13

De mantenerse la tendencia climática y acentuarse la sequía, no se descartan nuevas tensiones entre México y Estados Unidos por la escasez de agua en la frontera, afirmó Roberto Salmón Castelo, titular de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, al advertir que si bien no hay adeudos entre ambos países relacionados con los convenios bilaterales para el pago de agua, se hace necesario buscar alternativas para cumplir con los compromisos adquiridos en el tratado de 1944 y la convención de 1906, que determinan el uso y aprovechamiento de las aguas de los ríos internacionales y que en este caso son frontera común.

“Estamos haciendo proyecciones matemáticas para que, en caso de que se nos llegue a reducir el agua, ver cómo la distribuiríamos. Son siete estados de Estados Unidos y México que nos beneficiamos de la Cuenca del Colorado y el Bravo. El jaloneo importante es cómo impactaría en el caso de que haya una reducción en las entidades que usan la cuenca. Cómo se haría la distribución si se redujera el agua.

No hemos llegado a un acuerdo porque dependerá de la reducción en la cantidad de agua por el impacto del cambio climático. No ha sido muy sencillo, creo que es en el punto donde más hemos discutido, pero no tenemos datos duros, admitió a su vez Felipe Arreguín, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Según estos convenios, México y Estados Unidos acuerdan una cuota determinada cada cinco años. La que corresponde al periodo comprendido entre 2010 y 2015 obliga a México a pagar a Estados Unidos 342.7 millones de metros cúbicos al año del río Bravo hasta completar 2 mil 558.6 millones de metros cúbicos.

Estados Unidos, a su vez, entrega agua a México de dos formas: del río Colorado, mil 850 millones de metros cúbicos anuales, y 64 millones de metros cúbicos anuales de otros afluentes.

En estricto sentido, no le debemos una gota de agua a Estados Unidos, asegura Salmón Castelo, que no quiere decir que si continúa la sequía empecemos a tener problemas durante un año o año y medio. No se descarta esa posibilidad, aunque esperemos no llegar a esa situación. Hemos estado en situaciones peores, como la que padecimos en 2010, cuando íbamos para una situación mucho más complicada y llegó el huracán Alex, nos llenó las presas y pudimos cerrar el anterior ciclo e iniciar este nuevo.”

–Sin embargo, el gobernador de Chihuahua dijo hace unos días que no hay agua para pagar a Estados Unidos, y que no sería justo hacerlo sin atender antes las necesidades en México.

–Ya hablamos con el gobernador y le explicamos. Ahorita no estamos en una situación de adeudo y estamos buscando y evaluando diferentes acciones que queremos hacer con Conagua y el gobierno de Chihuahua.

A su vez, Felipe Arreguín confió en que la sequía termine en junio y se revierta esta situación. “Tenemos todavía buen margen y después de esos cinco años (2010-2015), en el caso de que haya una sequía extrema, todavía podemos negociar otros cinco años.

Sí, hay que hacer un uso eficiente del agua, cuidarla y administrarla, pero ya veremos cómo vamos entregando el agua de acuerdo con los intereses, primero, de México.

Informó que desde hace dos o tres años ambos países han discutido la forma en la que enfrentarían cualquier impacto del cambio climático en la precipitación, principalmente en la cuenca del Colorado. “Hemos llegado tan lejos como un anteproyecto para instalar una planta desaladora binacional cerca de Ensenada, ya está localizado el sitio donde se podría transportar el agua. Seguramente, si siguen las condiciones, trabajaremos también en el río Bravo.

“Se está analizando, por ejemplo, que nos presten presas en Estados Unidos para guardar agua que no utilicemos y que nos presten parte de la conducción de sus canales, que son más eficientes para transportar el agua a México en la parte de riego.

Estamos viendo también cómo rescatamos volúmenes de agua en los dos países para que, de acuerdo con la descarga del Golfo de Cortés, pues podría tener un impacto muy fuerte si hay disminución de agua.