Hay una campaña mediática para sobredimensionar los apoyos que el gobierno federal destina a la sequía, lo cual resulta más costoso que la asistencia que realmente se entrega. Hay descoordinación de las dependencias gubernamentales, la ayuda se duplica, sólo a algunas comunidades llega, además de que únicamente está prevista hasta abril, pese a que las magras cosechas se obtendrán hasta octubre, señalaron dirigentes campesinos.

Tan sólo en lo que va del año, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) ha divulgado cuando menos 35 comunicados en los que reporta una y otra vez las mismas cifras de apoyos a los afectados por la sequía que en gran parte del territorio nacional.

Un ejemplo de ello es que los días 6 y 7 de febrero la dependencia informó de la entrega de cien millones de litros de agua entre el pasado 24 de enero y las fechas mencionadas. Un día después, el 8 de febrero, reportó la distribución de 423 millones de litros de agua potable de mayo de 2011 a febrero de este año; en esta cantidad estarían incluidos los cien millones de litros de líquido que ya había reportado previamente.

Además, apenas el 16 de enero, un día después de que los medios de comunicación y las redes sociales difundieron la emergencia que se vive en la sierra Tarahumara, en sus boletines la Sedeso abordó el tema y comenzó a informar sobre los envíos de despensas y agua a esta región. Los estados más afectados por este fenómeno son Chihuahua, Durango, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí.

De acuerdo con Martín Solís, de El Barzón de Chihuahua, integrante de la Caravana del Hambre, en la entrega de los apoyos para sequía hay falta de coordinación entre estados y Federación. En el tema de alimentación no se han reunido los gobiernos estatales y las dependencias para definir los mecanismos específicos para paliar este problema, cada quien anda por su lado, incluso la ayuda de la sociedad. Además se duplica el apoyo para unas comunidades y a otras no llega nada. Por ejemplo, llega a Guachochi o a Creel, pero no en las comunidades de la barranca.

En entrevista, explicó que la ayuda alimentaria sólo consiste en la entrega de cien pesos a la semana –400 al mes– a las familias, y las autoridades pretenden mantener este recursos tan sólo para cuatro meses, a pesar de que la producción se obtendrá hasta octubre y ya se puede adelantar que las condiciones climáticas no dan para que haya buenas cosechas. Esto implica que la ayuda debería ser por ocho meses, al menos.

A esto se suma, agregó, que con la veda electoral las autoridades suspenderán la ayuda alimentaria en la sierra, aunque hay gente con hambre y podrían quedar sin apoyos de mayo a octubre. Señaló que no se descarta el uso electoral de estos apoyos. En las pasadas elecciones el PAN ganó en municipios en Chihuahua, hay un intento por seguir conservándolos, precisó.

A pesar de que se habla de grandes montos en los apoyos que se envían a las comunidades, lo que es claro es que las autoridades no conocen la orografía. Tan sólo en el caso de la entrega de agua potable, la llevan mediante pipas, pero es imposible llegar a la sierra de esa manera. Han reportado el envío de millones de litros, pero no llega a las comunidades más aisladas, las más necesitadas.

Consideró que hay una campaña mediática enorme, sobredimensionada. Documentan llegada de helicópteros para llevar ayuda, pero cuando se monitorea el impacto real en cien mil familias vulnerables en Chihuahua vemos que no ha llegado a 30 por ciento. Esta campaña y los vuelos de helicóptero salen más costosos que la ayuda que llega.

Por su parte, Isaías Castro, dirigente estatal de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala de Zacatecas, dijo que a ese estado tampoco llegan los apoyos. Lo que planteamos en las organizaciones de la Caravana del Hambre es que la respuesta del gobierno ha sido negativa. Los acuerdos no se han cumplido.

El presidente Felipe Calderón fue a decir el 23 de enero que nadie se iba a morir de hambre ni de sed, pero la ayuda no llega. Lo que dice el gobierno sobre la entrega de recursos, alimentos y apoyos es falso. Preguntamos: ¿dónde están los 34 mil millones de pesos? Eran recursos que ya estaban en el presupuesto y ni aun así los vemos. Los estados del norte son el motor de la producción de maíz y ponen trabas a la entrega de los recursos, aseveró.