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Sus evasivas pueden causar la imputación de la infanta Cristina: juez

Urdangarin no recuerda nada durante el interrogatorio por corrupción en Mallorca
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 27 de febrero de 2012, p. 28

Madrid, 26 de febrero. No lo recuerdo, yo no llevaba esos temas, no lo sabía o eso lo hizo mi socio por su cuenta fueron las respuestas más recurrentes del yerno presuntamente corrupto del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, al largo y exhaustivo interrogatorio en el proceso penal abierto en su contra por una serie de delitos, incluido desfalco al erario.

El marido de la segunda hija de los monarcas españoles llegó a exasperar al juez instructor, José Castro, quien le advirtió que para decir eso, mejor no hubiera venido a declarar y que sus continuas evasivas pueden causar la imputación de la infanta Cristina.

Urdangarin es el primer miembro de la casa real española imputado por un delito, en este caso por ser sospechoso de cometer una serie de operaciones empresariales fraudulentas que tenían por principal objetivo el desfalco al erario para beneficio personal.

Sólo en la primera fase de la investigación se rastrean 6 millones de euros que habrían ido a parar a las cuentas personales de Urdangarin y su esposa, gracias a sus gestiones personales con destacados dirigentes políticos, para lo cual creó una supuesta asociación sin ánimo de lucro, el Instituto Noos.

Gracias a su condición de consorte de la infanta, Urdangarin –y su socio, Diego Torres– habrían conseguido un sinfín de contratos públicos adjudicados de antemano, al tener entre sus principales abastecedores a los gobiernos conservadores de Mallorca, del ex presidente Jaume Matas; de Valencia, del ex presidente Francisco Camps, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.

Urdagangarin viajó desde Washington –donde reside desde 2007, a petición del rey Juan Carlos, ante la sospecha de los negocios turbios de su yerno–, para responder a un exhaustivo interrogatorio, que se inició el pasado sábado y terminó este domingo, con un total de 18 horas de preguntas.

La mayoría de las interrogantes se centraron en su condición de dueño y socio del Instituto Noos, pero también de otras seis empresas aparentemente fantasmas y desde las que habría conseguido más contratos públicos y más dinero que después enviaba a paraísos fiscales y que, por tanto, hasta la fecha se desconoce la cantidad exacta del supuesto desfalco. Las cifras más conservadoras hablan de 16 millones de euros.

Pero en la mayoría de las preguntas, Urdangarin respondió con idéntica frase: no lo recuerdo. O se limitó a responsabilizar de todo a su socio Diego Torres, quien, según el duque de Palma, era también el ejecutor de la empresa junto con el contador.

La Fiscalía Anticorrupción ha desmantelado parcialmente esta versión, al presentar una serie de pruebas –como correos electrónicos, conversaciones o facturas– en las que se demuestra la implicación de Urdangarin en el funcionamiento diario de la empresa. Así como en sus maniobras para conseguir suculentos contratos públicos sin necesidad de salir a subasta y en ocasiones por trabajos que posteriormente ni entregaba ni realizaba.

Antes de ingresar al tribunal, Urdangarin fue recibido e increpado con gritos de “no te queremos en Mallorca, chorizo (corrupto o ladrón)”.