Una fractura en el pulgar impidió a Toktaulova seguir la pelea
Lamenta La Barbie que la rusa haya abandonado en el quinto episodio
Domingo 26 de febrero de 2012, p. a39
Mariana La Barbie Juárez ganó sin despeinarse. La retadora, la rusa Anastasia Toktaulova, no pudo salir al quinto asalto por una posible fractura del pulgar derecho. Apenas cuatro episodios que no sirvieron para lucir un poco de lo que la mexicana consiguió en la preparación de su undécima defensa del título mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Ganó, pero La Barbie no se siente del todo satisfecha. ¡Caray, me quedó a deber la rusa!
, lamentó anoche en la primera función que estelarizó una mujer campeona del orbe en la Arena México.
El inicio de la función parecía a la altura de este combate. Juárez entró como la monarca que ha labrado una carrera sin los favores de nadie y subió al escenario en medio del estruendo de una banda norteña que atizaba el ánimo de los aficionados. La Barbie solicitó los servicios de esta banda, porque jura que apenas escucha los acordes metálicos en su cuerpo hay un estallido de adrenalina que la obliga a emprenderla contra su rival.
Cara a cara, Mariana y Anastasia también prometían una combinación interesante. La rusa, menuda y fibrosa, el músculo necesario y muy veloz; la mexicana, más espigada, pero de paso inquieto y elegante.
El primer capítulo encendió la emoción de los asistentes a la Arena México. Nada fácil para Mariana, más acostumbrada al combate estilizado y rítmico que hicieron famoso peleadores del pasado. Anastasia, en cambio, parecía más torpe, pero rápida y fuerte. La Barbie –según contó al final de la con tienda– sintió nervios ante lo complicado y áspero del boxeo de la rival.
Consciente de que la campeona era ella y de que estaba en casa, Juárez salió con la decisión de tomar el control de las acciones. Toktaulova parecía dispuesta a entrar en la pelea, ya que también es campeona mundial, pero de la Asociación Internacional de Boxeo Femenil.
A pesar del recio intercambio, La Barbie pudo administrar mejor el ritmo gracias al oficio y a su jab sólido que impedía que la rusa se metiera en su terreno.
Cuando Toktaulova empezó a cobrar confianza, para el tercer episodio, la mexicana recetó algunos ganchos poderosos que bajaron el voltaje de la contrincante. Los papeles claros: la rusa era aspirante al título y salió decidida; Mariana, como campeona, resolvió por dónde debía fluir la pelea.
Con el cuarto asalto más intenso, Mariana ya era quien administraba el combate, con autoridad y oficio metía las manos, cabeceaba y movía los pies con habilidad. Los guantes empezaron a cruzarse. La rusa, más resuelta, intentó conectar golpes violentos, fuertes. La Barbie tenía todo bajo control, subió la guardia y el puño derecho de la rusa se estrelló contra su brazo. Sonó la campana.
En la esquina de Toktaulova parecían preocupados. La revisión de los médicos fue sorpresiva: la rusa ya no salió para el quinto episodio. Una posible fractura lo impidió. La Barbie, como sea, celebró su undécima defensa exitosa del campeonato del orbe.
En el camerino dio gracias frente a su altar portátil, desbordado de rosarios. Estoy feliz por lo que significó defender mi cinturón en la Arena México; fui la primera mujer en pelear profesionalmente en el país
, dijo emocionada. Gané, eso es lo que importa, pero caray, me hubiera gustado que respondiera más la rusa
, lamentó.