Sábado 25 de febrero de 2012, p. a16
Habla uno de los compositores más importantes hoy día: “el verso místico jasídico que dice: ‘Estás donde te ubican tus pensamientos’ expresa, para mí, la mejor descripción del acto de escuchar música”.
Porque, hace el silogismo: uno se ubica finalmente en el lugar a donde la música lo conduce
.
Es la voz de Steve Reich, quien a sus 75 años refrenda su condición de maestro en el arte de poner en sonidos su visión del universo.
Es noticia. Dos álbumes flamantes, flameantes, llegaron a los estantes mexicanos de novedades: You Are (Variations), con el sello Nonesuch, y Different Trains, de EMI Classics.
En el primero utiliza la frase que cita en el primer párrafo de este texto, y es el inicial de cuatro movimientos, cada uno de ellos a partir de distintas frases: Coloco lo eterno tras de mí
, el segundo, tomado del Salmo 16; Las explicaciones tienen un final en algún lado
, del filósofo Ludwig Wittgenstein, y el final, del Talmud: Habla poco, haz mucho
.
Steve Reich, uno de los campeones del minimalismo, es en realidad un compositor tan grande que no le hace justicia el compartimento estanco donde muchos lo han confinado.
Más allá de la repetición incesante de notas musicales, característica intrínseca de ese movimiento, llamado por tanto también música repetitiva
, el maestro Reich ha instaurado un nuevo orden en el territorio de la armonía, el ritmo, la melodía y el contrapunto, nada menos que los cuatro puntos cardinales de toda la música.
A diferencia de sus colegas Philip Glass (en realidad don Felipe Vidrio es su alumno, quien luego de obtener éxito desconoció a su mentor), Terry Riley (ese maestro del misticismo y el viaje interior), La Monte Young (ese gran pionero), entre otros minimalistas
, Steve Reich ha conseguido reconocimiento unánime en el territorio de la música de concierto o, válgase el terminajo que suelen esgrimir los entendidos
: música seria
.
Similar condición disfruta su colega John Adams, otro autor de estatura artística gigantesca, mientras Reich carga con consabidos costos de ser tildado como un músico intelectual
especializado en la filosofía de Wittgenstein y en la teorización de sus procedimientos técnicos.
Lo que está fuera de toda duda es el efecto impresionante que causa su música entre el público, cada día crecientes, impacto y oyentes. A los encantos conocidos de la música minimalista
(su condición hipnótica, su vasto fluir de encantamiento) habrá que ubicar a la música de Steve Reich en el territorio que no puede llamarse sino: fascinante.
Fascina tanto su música que The London Steve Reich Ensemble acaba de realizar una nueva versión de Different Trains, título de la segunda de las novedades discográficas que hoy nos ocupan, 22 años después de que el Kronos Quartet definiera su supremacía en la industria del disco con la versión primera, donde el maestro Pat Metheny también pasa a la historia con la obra que para él escribió Steve Reich: Electric Counterpoint.
Estos dos nuevos discos con música de Steve Reich contienen otras tres obras además de las aquí comentadas. Pero sobre todo portan el valor que derriba cualquier reticencia: fascinación.