Ginebra, 20 de febrero. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) informó que negocia con las autoridades sirias y los combatientes de la oposición, una suspensión de las hostilidades para llevar ayuda humanitaria a los civiles más golpeados por el conflicto.

Carla Haddad, portavoz jefe del CICR, explicó que además de la suspensión de los combates, se estudian otras posibilidades que faciliten el acceso de la Media Luna Roja Siria y del comité internacional a las poblaciones necesitadas.

Fuentes diplomáticas dijeron que el CICR, la única agencia internacional que tiene trabajadores humanitarios en Siria, busca un alto el fuego de dos horas en puntos intensos como Homs, ciudad que ha sido blanco de bombardeos 16 días consecutivos.

Ante el asedio, los activistas opositores pidieron que se permita el desalojo de las mujeres y los niños de Baba Amr, el barrio más afectado por los ataques.

Unas 16 personas murieron hoy en actos violentos en Siria, nueve en los bombardeos de Homs, mientras cinco soldados fallecieron en la región de Hama y en Idleb, señaló desde Londres el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

En Damasco –escenario de manifestaciones sin precedente en los últimos días– los servicios de seguridad se mantienen en alerta, pero jóvenes izaron la bandera de la independencia de Siria en el puente Al Jawzeh, a la entrada de la capital, según un video difundido por activistas.

El presidente Bashar Assad insistió en que el Estado y la sociedad siria son objetivo de grupos terroristas armados que reciben ayuda financiera y armas del extranjero para desestabilizar al país y bloquear cualquier intento de encontrar soluciones, al recibir al presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Parlamento ruso, Alexei Pushkov, señaló la agencia oficial Sana.

Pushkov renovó el apoyo de su país a las reformas emprendidas en Siria y abogó por una solución del conflicto basado en el diálogo y sin injerencias extranjeras.

El Diario del Pueblo, órgano del Partido Comunista Chino, advirtió que el apoyo de Occidente a la oposición y su demanda de que Assad renuncie, podría provocar una guerra civil a gran escala que demandaría la intervención extranjera.