orge puede destruirte comercialmente sin miramientos, demandarte y dejarte en la calle si te atraviesas en su camino. Pero te ignora si no representas una amenaza, y era famoso por sus corajes repentinos con los cuales se ponía rojo como la granada, detalla el libro Los amos de México, de Jorge Zepeda Patterson, en el capítulo dedicado al dueño de Omnilife.

En el mismo texto se reconoce a Vergara como un personaje que cultivó con afán sus cualidades de vendedor nato, con cursos de oratoria y muchos otros de superación personal. No resulta difícil imaginar su alocución vehemente en la junta de dueños del miércoles pasado, donde los convenció de su papel de dueño magnánimo, que arriesga su fortuna en aras del futbol, y en cambio es vilipendiado injustamente.

De seguro, el empresario quedó satisfecho con los resultados de su discurso, aunque tal vez levantó la ceja ante la tardía reacción de los equipos universitarios Estudiantes, Pumas y Tigres, así como el Toluca, que rehusaron sumarse al veto contra Récord. Lo cierto es que Chivas, el equipo más popular de México, sigue en el sótano, no ha ganado y queda claro que no funcionan ya los envíos a Colombia para salir del marasmo.

Vergara no da visos de aceptar sus culpas, la de su intolerancia a los altibajos que atraviesa cualquier equipo, a su impaciencia con los estrategas que tira como pañuelos desechables y a su enorme falta de tacto para llevar las riendas de un conjunto que desde siempre acapara reflectores, los cuales primero buscó con afán desesperado, pero hoy –en la cuesta abajo– le incomodan.

A Fernando Quirarte lo pintó como un inepto y casi tonto al ser eliminado en la liguilla pasada, ¿y así quería que tuviera autoridad sobre el plantel al arranque del actual torneo? Sin miramientos descuartizó trayectorias, algunas sobresalientes, de futbolistas como Jared Borgetti, Carlos Ochoa, Francisco Palencia, Sergio Santana, etcétera, etcétera. No dieron el ancho en Chivas, afirmó categórico.

Sus palabras hacen recordar alguna charla de Enrique Ojitos Meza, quien dice que todos están expuestos al error, al famoso bache, pero nadie se vuelve estúpido de un día para otro. A Vergara se le agotan los elegibles. Ni siquiera tuvo que salir a buscar al prometido mejor técnico del mundo, simplemente porque aquí tuvo a los dos más prestigiados para un equipo como el suyo.

Efraín Flores y José Luis Real, estrategas expertos en fuerzas básicas, cumplieron un papel aceptable, pero algo pasó. Todavía no se conoce el verdadero motivo del cese del Güero Real; sin embargo, Flores cumple decoroso papel con los Tuzos del Pachuca.

Exasperado ante la falta de resultados y la forma puntual en que asegura cobran los jugadores, Vergara lanzó la idea de imponerles jornadas de ocho horas diarias, con trabajo deportivo y de formación humana. No estaría nada mal ver a más elementos como Gerardo Torrado con un título académico en la mano, pero eso no resuelve el problema actual.

La Federación Mexicana de Futbol se convirtió en un ente no sólo ineficaz, que privilegia los intereses económicos sobre los deportivos, sino que ahora muestra su cara reaccionaria, anacrónica y prepotente al no tolerar la crítica de un directivo –como se ostentaba Zlatko Petricevic, del Querétaro–, al no exigir el pago puntual para los jugadores, al impedir la existencia de una comisión del jugador realmente independiente y al apoyar el veto al diario deportivo.

El América cerró la amarga etapa de medio año sin triunfos en el estadio Azteca, por fin ganó Estudiantes y quizá un repunte de los zapopanos facilite la tarea de los federativos que anuncian cambios en la liga, seguramente tendientes a lanzar un salvavidas a Zorros y Tecolotes. Toluca cumplió 95 años y lo festejó de nuevo con tres goles en casa, pero ahora nada más recibió uno.

Cruz Azul y Pumas no se hicieron daño, aunque los auriazules mostraron mejoría futbolística y anímica. Los Gallos pierden punch y, en general, la liga sigue de capa caída, con pocos tantos. En la Copa Libertadores, Cruz Azul, que venció 2-1 al Nacional paraguayo, recibe el martes al Deportivo Táchira, y el Guadalajara, que empató 1-1 ante Deportivo Quito, visita el miércoles al Vélez Sarsfield.

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