Debe establecerse modelo preventivo; inversión mínima evita costos mayores por complicaciones
Domingo 19 de febrero de 2012, p. 33
Los Cabos, BCS, 18 de febrero. En 2011 México destinó a la atención de la diabetes 7 mil 800 millones de dólares, equivalente a un incremento de 30 por ciento con respecto a 2009, revela el primer estudio nacional de medición sobre los costos de la enfermedad, a cargo de Armando Arredondo, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).
El especialista participó en el foro de alto nivel que sobre este tema organizó la Fundación IDEA, centro de estudios de política pública, y señaló que el país está entre las 10 naciones con mayor inversión en diabetes a escala mundial.
Las diferencias en cuanto a montos son abismales. Mientras México destinó 708 dólares como costo promedio por paciente en el año, en Estados Unidos ascendió a 7 mil 883 dólares, y en otros países, como Francia y Holanda, fue de unos 4 mil dólares.
Llama la atención que para nuestro país esa inversión representó 15 por ciento del presupuesto en salud; para Estados Unidos, 14 por ciento, y 10 para Francia.
La investigación también encontró que 52 por ciento del dinero invertido por México provino de los propios pacientes y sus familias; 30 por ciento fue aportado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); 11 por ciento por la Secretaría de Salud y 7 por ciento por el Issste.
En general, 60 de cada 100 pesos se destinaron al manejo de pacientes en hospitales y 40 en la atención ambulatoria.
El foro congregó a los médicos e investigadores, expertos de las diferentes instituciones del sector salud, ante quienes Arredondo explicó que del total invertido en el control de la diabetes, 45 por ciento fueron gastos directos (3 mil 432 millones de dólares). La mitad se utilizó en la compra de medicamentos y la atención de complicaciones.
De estas últimas, que son las enfermedades asociadas con el descontrol en los niveles de azúcar en sangre, la insuficiencia renal tuvo el mayor impacto en el gasto (81 mil 814 millones de dólares).
Entre los costos indirectos, que ascendieron a 4 mil 352 millones de dólares, el de mayor cuantía (4 mil 92 millones) correspondió a los asociados con discapacidad permanente.
La diabetes es la principal causa de muerte en el país; afecta a 14 por ciento de la población, pero no existe todavía una política pública nacional encaminada a lograr la prevención, detección temprana y control efectivo, advirtieron los participantes.
Un proyecto se está aplicando en el Issste desde hace tres años. Incluye a 110 unidades médicas, con módulos de atención específica para diabetes. Margarita Blanco Cornejo, subdirectora de prevención del organismo, explicó que la idea central es modificar el esquema de atención en las clínicas familiares para dejar de privilegiar la productividad, y en cambio dar prioridad a una mejor atención clínica.
Con ese propósito, el programa plantea la ampliación del tiempo de consulta de 15 a 30 minutos. Además, promover el uso de insulina en forma temprana, garantizar la medición periódica de la hemoglobina glucosilada –medición de azúcar en sangre– y el registro sistematizado de la información, entre otras acciones.
Mariana Barraza, asesora de la dirección de finanzas del IMSS, presentó otro análisis, con el cual se demuestra que al aumentar 1.6 veces los recursos para prevención de la alteración metabólica se puede disminuir a la mitad el costo de la atención médica por complicaciones.
Significa gastar más, pero no hacerlo y mantener la actual tendencia de una detección tardía de la enfermedad le cuesta mucho más al sistema de salud, y a la economía en su conjunto, por el costo que representa la atención de las complicaciones, como la insuficiencia renal crónica, las amputaciones, ceguera por retinopatía diabética y afecciones cardiovasculares, dijo.
Recordó que en el IMSS, el costo de la diabetes asciende a 25 mil millones de pesos por año. Con esta visión coincidió el estudio del INSP, según el cual, duplicar el monto de recursos en prevención, promoción de la salud y control de la diabetes se traduciría en una reducción de 30 a 50 por ciento en la carga económica nacional.