Cristina Román junto con sus hijos permanecen en El Paso
Sábado 18 de febrero de 2012, p. 12
Ciudad Juárez, 17 de febrero. Cristina Román Dozal, quien fue testigo de la masacre perpetrada el 31 de marzo pasado contra 10 personas en el bar Castillo, donde laboraba como mesera, solicitó asilo al gobierno de Estados Unidos, informó el abogado Carlos Spector, encargado de los trámites respectivos.
Román Dozal ha dicho que minutos antes de que ingresaran los sicarios al bar, 10 elementos de la PF llegaron a revisar que nadie portara armas y salieron del bar, pero no se fueron de la zona, ya que sus camionetas siempre estuvieron estacionadas afuera del establecimiento.
Ella se empleó como mesera en 2010, tras el asesinato de su marido, un vendedor de autos usados que fue ultimado por no pagar cuota a extorsionadores.
Dijo que la decisión de solicitar asilo la tomó porque su padre fue levantado en enero pasado y hace una semana cuatro hombres intentaron localizarla en El Paso, Texas, donde se encuentra con sus tres hijos.
Tiene miedo porque ella es la única testigo de estos hechos, en la que además no murieron 10 personas, sino 16, pues todas las meseras, excepto ella, fueron ultimadas, dijo el abogado.
Manifestó que hace tres días denunciaron en El Paso, Texas, ante la Oficina Federal de Investigaciones y el Departamento de Policía de El Paso, la extraña visita que hicieron el 7 de febrero cuatro hombres al lugar de trabajo de Román Dozal, quienes insistieron en preguntar por su paradero.
Dijo que por medio de un congresista del Paso, Silvestre Reyes, con quien tenía agendada una cita este viernes, se intenta que el Departamento de Estado de Estados Unidos envíe una nota diplomática a México para protestar por el ingreso de presuntos agentes de la Policía Federal en violación a la soberanía estadunidense.
Román Dozal y sus hijos, dijo, permanecerán en El Paso, escondidos como lo han estado desde que ingresaron a esa localidad el 13 de abril del año pasado, cuando buscaron refugio en ese país.