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México, país de magueyes Abisaí Josué García-Mendoza Los magueyes, también conocidos como agaves o mezcales, han sido aprovechados por el hombre americano durante miles de años. México es el área con mayor diversidad en todo el mundo. De un total de 210 especies, México tiene 159, es decir el 75 por ciento, con 119 especies endémicas, esto es exclusivas de su territorio. Todos los mexicanos estamos familiarizados con ellos; los vemos cerca de las casas, a lo largo de los caminos, bordeando terrenos de cultivo y como plantas de ornato. Algunos crecen en grandes plantaciones, como el maguey espadín en Oaxaca, el agave azul en Jalisco, el henequén en Yucatán y los magueyes pulqueros en Hidalgo, Tlaxcala, Guanajuato, Estado de México o Puebla. Los agaves crecen en las planicies, las montañas, los acantilados, las dunas costeras o en los picos montañosos, preferentemente entre los mil y dos mil metros de altitud. El género Agave le da nombre a la familia Agavaceae, a la cual pertenecen otros ocho géneros de plantas mexicanas, como los amoles (géneros Beschorneria, Manfreda, Polianthes y Prochnyanthes), pitas (Furcraea), samandoques (Hesperaloe) e izotes (Hesperoyucca y Yucca). De los nueve géneros se obtienen beneficios como fibras, alimento, material de construcción, sustitutos del jabón, etcétera. Sin embargo, únicamente del género Agave se obtienen bebidas fermentadas o destiladas. El nombre genérico Agave proviene del griego Agavos, y fue propuesto por el naturalista sueco Carlos Linneo en 1753 para reconocer aquellas plantas americanas con hojas suculentas, arregladas en espiral alrededor de un tallo corto, en cuyos bordes se encuentran espinas marginales y una terminal en el ápice. La palabra alude a algo admirable o noble y fue tomada de la mitología griega, pues Ágave era una ménade, hija de Cadmo, rey de Tebas, quien al frente de una muchedumbre de bacantes, asesinó a su hijo Penteo, sucesor de Cadmo en el trono de Tebas. El nombre agave es muy adecuado para describir plantas cuyas bebidas pueden inducir a la embriaguez. Agave es un término científico de uso mundial a partir de 1753. En México, estas plantas se conocían con diferentes nombres tales como metl (náhuatl), uadá (otomí), doba (zapoteco) y akamba (purépecha). Fueron los españoles quienes trajeron la voz caribeña maguey para nombrarlas y ahora es el nombre común más difundido. Los grupos humanos que se establecieron en lo que ahora es México aprovecharon los magueyes desde hace por lo menos diez mil años, domesticando varios de ellos. Además de utilizarlos por sus fibras o aguamiel, de algunos obtenían el mexcalli, maguey cocido con altas concentraciones de azúcares.
En la actualidad, el término mezcal tiene tres acepciones: nombre común aplicado a algunas especies de maguey (en el norte de México); la bebida destilada que se elabora con sus jugos fermentados, y en su sentido primigenio se refiere al alimento obtenido de la cocción del tallo y base de las hojas. Los mezcales son parte de la cultura mexicana. Su historia está llena de vivencias creadas por las comunidades que los usan y conlleva un vasto conocimiento tradicional sobre el manejo de las plantas. El producto final es el resultado de la especie utilizada, el clima, el proceso de fermentación, la técnica de destilación y el recipiente en el cual es reposado. De tal forma que en cada botella van partes de una antigua tradición, de la tierra que vio crecer la planta y del saber de cada productor. La interrelación hombre-planta abarca desde la recolección y el aprovechamiento de ejemplares silvestres hasta el cultivo de variedades domesticadas. La explotación del maguey para producir el destilado mezcal se hace en más de 20 estados y se utilizan por lo menos 28 especies de agaves. El producto final puede provenir de la explotación de una sola especie o de la mezcla del alcohol proveniente de varias de ellas. Las especies productoras de mezcal se distribuyen principalmente hacia el occidente, centro y sur de México, a lo largo de la Sierra Madre Occidental, Eje Volcánico Transversal y Sierra Madre del Sur. Son 14 las especies que se emplean en términos comerciales, ocho se utilizan en forma local y seis más se usan ocasionalmente. Agave angustifolia es la de mayor uso, su distribución abarca desde Sonora hasta Chiapas. Tiene más de 30 nombres comunes, algunos son: chacaleño, espadín, espadilla, ixtero, mezcal, lineño y tepemete. A partir de poblaciones locales de Agave angustifolia se domesticó el maguey azul para elaborar tequila (Agave tequilana) y el henequén (Agave fourcroydes). Las especies utilizadas regionalmente son: Sonora. El bacanora se elabora con “mezcal” (Agave angustifolia y Agave rhodacantha). La región cultural de la bebida la integran 35 municipios ubicados en la Sierra Madre Occidental. Además del bacanora, se hace mezcal en menor proporción con la lechuguilla (Agave shrevei), lechuguilla de la sierra (Agave bovicornuta) y mezcal ceniza (Agave colorata). Ocasionalmente se usa la tauta (Agave parviflora) como saborizante.
Tamaulipas. En la Sierra San Carlos se produce mezcal conocido como “vino” o “vino-mezcal”, se emplean el maguey cenizo (Agave americana subespecie protamericana) y la jarcia (Agave montium-sancticaroli); en menor proporción se ocupan las lechuguillas (Agave funkiana y Agave univittata) que, debido a su alto contenido de azúcares, son agregadas como saborizantes. San Luis Potosí-Zacatecas. Natural y culturalmente forman una sola región y del mismo modo comparten el uso del maguey verde (Agave salmiana subespecie crassispina) para producir mezcal. En el sur de Zacatecas, el mezcal se prepara con el agave azul (Agave tequilana). Durango. En el estado, el mezcal se obtiene a partir del maguey cenizo (Agave durangensis), aunque también se elabora de tepemete (Agave angustifolia) y de magueyes masparillo (Agave bovicornuta y Agave maximiliana). Jalisco. Además del tequila, mezcal elaborado con el mezcal azul (Agave tequilana), se emplean otras especies. En el occidente se hace la “raicilla” con la lechuguilla (Agave maximiliana) o a baja escala con el maguey relisero (Agave valenciana). El “licor de agave” de Tolimán, Tonaya y Zapotitlán se obtiene del maguey lineño (Agave angustifolia) o de ixtero amarillo (Agave rhodacantha). En el municipio de Zapotitlán se reproducen al menos 12 formas de maguey para hacer mezcal. Michoacán. En la cuenca del río Balsas y Sierra Madre del Sur se utilizan el maguey chino (Agave cupreata); el maguey largo (Agave inaequidens), y el chato (Agave aff. tequilana), cultivado en la región de Sahuayo-Jiquilpan. Guerrero. En la región Centro-Montaña de Guerrero, se emplea el maguey papalote (Agave cupreata), especie silvestre endémica de la cuenca del río Balsas, y a baja escala el maguey delgado (Agave angustifolia). Puebla. El mezcal se hace con papalometl (Agave potatorum), maguey pitzometl (Agave marmorata), espadilla (Agave angustifolia) o a partir del pulque del maguey amarillo (Agave salmiana subsp. salmiana). Oaxaca. La elaboración de mezcal involucra ocho especies y 17 formas protegidas o silvestres, la mayor producción se da en la “región del mezcal” de los Valles Centrales y Sierra Sur. El espadín (Agave angustifolia) se cultiva con fines comerciales en siete distritos. Otras especies corresponden al maguey mexicano (Agave rhodacantha), papalometl (Agave potatorum), tobalá (Agave seemanniana), tepeztate (Agave marmorata), cirial, barril, bicuixe, tobasiche (Agave karwinskii), arroqueño (Agave americana variedad americana) y maguey Sierra Negra (Agave americana variedad oaxacensis).
Chiapas. En el municipio de Comitán se usan el comiteco (Agave americana) y el maguey (Agave salmiana) con los que se fabrica pulque que cuando presenta fermentación avanzada se destila para extraer el “mezcal comiteco”. Algunas especies se usaron en la primera mitad del siglo XX, pero en la actualidad aparentemente ya no se explotan, tal es el caso del mezcal ceniza (Agave colorata), las lechuguillas (Agave palmeri, Agave zebra) y el mezcal pelón (Agave pelona), en Sonora; el maguey cenizo (Agave asperrima) de San Luis Potosí, o el maguey pintillo (Agave pintilla) de Durango, este último descrito en el 2011 como una especie nueva para la ciencia. La diversidad de mezcales en México es reflejo de la diversidad biológica del género; esta riqueza única en el mundo debe ser protegida con normas que consideren la gran variedad de mezcales artesanales y su importancia como parte del patrimonio biológico y cultural del país. El concepto mezcal es un nombre ligado a todas las especies de Agave y no debe ser utilizado en favor de sólo algunas bebidas destiladas ya que significa identidad cultural en muchas regiones, por lo que todas las comunidades humanas que los conocen y utilizan tienen el derecho histórico de emplearlos según sus tradiciones, sin olvidar, por supuesto, la conservación de las poblaciones silvestres. ¡Salud! Por los mezcales artesanales cien por ciento de Agave.
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