Funcionarios de la Asamblea Legislativa (ALDF) habrían incurrido en suplantación de documentos en el caso de las diferencias que existen entre el dictamen aprobado por el pleno de diputados en su sesión del 20 de agosto de 2009 –que se publicó en el Diario de los Debates–, y el decreto sobre ese mismo documento que se publicó el 10 de septiembre de ese año en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, ambos relacionados con la Ley Orgánica del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de esta ciudad (TCADF).

El diputado local Carlo Fabián Pizano aseguró que hasta ahora no nos ha convencido la explicación que sobre ese asunto ha recibido la Comisión de Gobierno de la ALDF –que según el coordinador de Servicios Parlamentarios, Angelo Cerda Ponce, se trató de un error, ya que se publicó en el Diario de los Debates un predictamen de dicha ley y no el documento final que avalaron por mayoría los diputados–, razón por la cual se emprendió una investigación.

A raíz de esa acción, “se solicitó una copia certificada del dictamen discutido en el pleno de la Asamblea por los integrantes de la cuarta Legislatura, que posteriormente se envió a la Consejería Jurídica y de Servicios Legales del Gobierno del Distrito Federal para su publicación en la Gaceta, y nos llama la atención dos cosas de ese documento:

Uno, que el dictamen sólo viene firmado al final, cuando es costumbre que ese tipo de documentos de comisiones lo rubrique en cada hoja al menos el presidente dictaminador, para efectos de seguridad de que es el documento aprobado.

Mencionó que ese mismo dictamen certificado trae al final dos hojas de firmas, que si se adjuntan a otro dictamen sirven perfectamente para justificar las rúbricas. ¿Por qué? Porque normalmente cuando se termina el texto se firma al calce, lo que no pasó en este caso.

Detalló que cuando se tienen hojas agregadas, “lo común es que se les ponga al calce una leyenda en letra pequeña que diga ‘esta hoja de firmas pertenece al dictamen x’, y eso tampoco se incluye”.

Entonces, sí nos parece que ese dictamen genera duda, sospecha de que se trata de una suplantación de documentos; por eso seguiremos investigando, porque para nosotros el tema de la Ley Orgánica del TCADF no es un asunto cerrado.