Una concentración a piedra y lodo para rencontrarnos, unirnos y fortalecernos; mejorar el rendimiento, la confianza y el estado de ánimo, es la medicina que la directiva auriazul decidió suministrar a los alicaídos Pumas, tras la derrota sufrida ante Puebla (2-0) el domingo en Ciudad Universitaria.

Los felinos, que suman cinco puntos de 18 posibles y el sábado visitarán al Cruz Azul, se irán este martes a Avándaro y retornarán a la capital el viernes, reveló el director deportivo Mario Trejo, quien negó que tal medida signifique encender las alarmas. Explicó que la finalidad es, además de las ya mencionadas, resguardar a los futbolistas más jóvenes.

“Los calificativos fatalistas y magnificados por cierto sector de la prensa no son sanos; ya de por sí estamos cargando con desconfianza (por falta de triunfos), por eso debemos proteger al grupo de esas cosas, porque hay muchos jóvenes –de gran calidad– que con el debido soporte y respaldo pueden salir adelante”, señaló.

El directivo fue entrevistado después de la reunión celebrada en las instalaciones de la cantera con el técnico Guillermo Vázquez, mientras en el estadio de Ciudad Universitaria los jugadores hicieron trabajo regenerativo y se retiraron en silencio. Subrayó: No veo esto como una crisis, sino como un bache.

El técnico Guillermo Vázquez recibió el respaldo de la directiva de los PumasFoto Notimex

El timonel ya probó con regaños, marginación de algunos jugadores que no han rendido y rotaciones sobre la cancha; no obstante, el cuadro del Pedregal no reacciona.

Trejo sostuvo que Memo Vázquez está absolutamente firme en el timón, pero admitió que la derrota frente al Puebla fue inobjetable y duele, sobre todo por la forma. Asimismo, precisó que a Avándaro no irá Octavio Rivas, pues no necesitamos sicólogos.

Agregó: Nosotros no tenemos que dar explicaciones, sino resultados, pero no puede ser que nos exijan como si fuera un superplantel... Nada más porque no trajimos refuerzos. ¡Hay que darle tiempo al proceso de estos futbolistas!; no sé por qué no les atrae dar oportunidad a jugadores mexicanos de calidad. Cierto, pasaremos situaciones apremiantes, pero de que se puede salir adelante, de que nuestro proyecto va a funcionar, no tengo la menor duda.

Admitió que es amargo perder, y más cuando lo haces de manera insuficiente (sic). Estas derrotas son tan dolorosas que te hacen despertar, te sacuden y vuelven a la realidad, pero el reto no es sencillo, “no es cuestión de ir y decir ‘oigan, ya jueguen bien’, ¡y ya se juega bien!... Lo que sí puedo prometer es entrega al ciento por ciento para que las cosas salgan mejor”.