La exposición a contaminantes ambientales como pesticidas, metales pesados y aditivos químicos para plásticos –como el bisfenol A (BPA)– está entre los principales factores de riesgo de infertilidad permanente en los seres humanos. Pese a ello, en México no existe ninguna norma para regular el uso de productos químicos en envases desechables, botellones de agua, biberones, juguetes y recipientes para guardar alimentos.

Investigaciones recientes del Centro de Investigaciones y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN) revelan que una exposición prolongada a dosis elevadas de BPA generó en ratas de laboratorio pubertad anticipada, fertilidad disminuida, quistes en ovarios y disminución de ovulación.

María Isabel Hernández Ochoa, experta en toxicología del Cinvestav-Zacatenco, dijo que el uso constante de recipientes plásticos elaborados con este compuesto puede generar esterilidad permanente si el contacto es constante desde la infancia.

Agregó que aunque no existen cifras oficiales sobre los casos de infertilidad en México, se calcula que 40 por ciento obedece a causas masculinas y 60 por ciento a factores vinculados a la mujer. Los principales riesgos de esterilidad para ambos sexos se incrementan si se fuma, hay estrés excesivo, desnutrición y anemia; y en ambos casos, también por exposición a contaminantes ambientales.

En conferencia de prensa explicó que en 2003 el uso del BPA se detectó en diversas investigaciones científicas en el mundo como importante factor de riesgo. A él se suman otros compuestos químicos empleados para dar mayor flexibilidad a productos elaborados con plástico, como los ftalatos, los cuales están presentes en juguetes, maquillaje, esmalte para uñas, champú y acondicionador para el cabello, entre otros.

El BPA, agregó, a diferencia de los ftalatos, se emplea para dar mayor dureza y durabilidad a los plásticos, por lo que está presente en muchos productos de embalaje de alimentos, en particular en la elaboración de botellas de agua, botellones, recipientes para transportar alimentos, juguetes y biberones, pero también se usa como recubrimiento en latas y envases de comida.

Incluso, agregó, se ha detectado su presencia en productos de alto nivel de consumo, como los chiles jalapeños. Se trata de un policarbonato que se libera en mayor cantidad cuando recibe calor.

Hernández Ochoa, especialista del departamento de Toxicología del Cinvestav, señaló que su equipo de expertos detectó que las ratas sometidas al consumo de BPA tuvieron una caída hasta de 25 por ciento de fertilidad, pero reconoció que aún nos quedan muchas preguntas por responder, pues los primeros resultados indican que si (este elemento) se recibe en cantidades importantes durante las primeras etapas de desarrollo la infertilidad puede ser irreversible, mientras si sucede en la vida adulta puede ser temporal.

El bisfenol A está presente en un elevado número de productos elaborados de plástico, por lo que la especialista recomendó a la población reducir el uso de envases y recipientes de ese material y sustituirlos por otros de vidrio.

De los siete tipos de plástico usado como embalaje, señaló que los marcados con los números 3, 6 y 7 –en el triángulo de reciclaje– son los que pueden liberar mayor cantidad de BPA; los que tienen marcados 1 (PET), 2 (HDPE), 4 (LDPE) y 5 (polipropileno) pueden ser menos dañinos.