Vergara hunde a Chivas
Cruz Azul y sus extraños refuerzos
a se sabe que Jorge Vergara vive en la burbuja que le da el poder y el dinero, pero en la soledad de su castillo rojiblanco debería finalmente comprender que algo falla cuando está tan seguro de que –en esta penuria que sufre Chivas– todos se equivocan menos él.
El magnate ha acusado a ex directivos, entrenadores y jugadores por el mal paso del equipo más popular del país. Habla y se comporta como un dictador que sin miramientos pasa por la guillotina a dirigentes y entrenadores.
Prometió que contrataría al mejor técnico del mundo y en esa larga búsqueda han desfilado estrategas tan distintos como Daniel Guzmán, Eduardo y Chepo de la Torre, Hans Westerhoff, Benjamín Galindo, Xavier Azcargorta, Efraín Flores, Omar Arellano, Francisco Ramírez, Raúl Arias, José Luis Real, Fernando Quirarte y Nacho Ambriz.
En el actual Guadalajara, que será recordado como el de la pareja presidencial, los técnicos rojiblancos tienen fecha de caducidad de un año.
Los directivos tampoco hacen huesos viejos. Ivar Sisniega, Juan José Frangie, Néstor de la Torre, Pedro Sáez y Rafael Lebrija se han ido bajo una lluvia de reproches.
Esta semana Vergara generalizó que todos los refuerzos que ha contratado valen sombrilla
y amenazó con castigos para los actuales integrantes del chiverío, en un plantel con un Venado Medina que será una promesa eterna y en el que Jonny Magallón y Luis Michel han cometido pifias infantiles.
Los criterios empresariales del dueño de Chivas no han funcionado en este extraño y loco mundo que es el futbol mexicano. Su equipo tocó fondo y parece ser el momento preciso para que baje de la nube y escuche a los mortales. De lo contrario, los sotaneros rojiblancos –sin triunfo, sin gol, sin futbol– empezarán a escarbar, para hondo pesar de sus millones de fieles.
Tiempos difíciles también vive el Puma. Normal para un equipo que basa sus esperanzas en jóvenes, que no hace contrataciones y en el que Darío Verón luce como el jugador más desequilibrante.
Podrá criticarse también a los directivos Víctor Mahbub y Mario Trejo de que ingresan dinero a las arcas pero no lo reinvierten en refuerzos, pero sólo así la cantera universitaria revivirá las épocas en que surtía a los demás equipos y a las selecciones, aunque en CU se hayan escuchado insólitos abucheos.
Después de un tercio de torneo, la tabla muestra que Tigres no sufrió campeonitis, que los refuerzos atlantistas siguen sin adaptarse a Coapa, que Oswaldo Vizcarrondo es tan tronco que hasta hace extrañar al Topo Valenzuela y que Chivas está peor que unos Estudiantes que ya huelen a Liga de Ascenso.
La próxima cabeza en rodar parece ser la de René Isidoro García, ya que San Luis suma cuatro derrotas al hilo luego de un inicio de torneo con dos triunfos.
Es de destacar el caso del Atlas. No sólo dejó de ser la academia, sino que ahora tiene a un portero chileno que se anota a sí mismo, cuando en otros equipos brillan arqueros rojinegros como Oswaldo Sánchez, Jesús Corona y Alfredo Talavera.
Buena semana para Cruz Azul. Fue más difícil el agotador viaje a Asunción que el triunfo sobre el modesto Nacional de Paraguay, cuyo estadio es más pequeño que el Palillo Martínez. Los Cementeros rescataron además el empate ante los Xolos y demuestran tener un amplio plantel. Lo único que habría que reprocharles es la contratación de jugadores tan medianos como Waldo Ponce, Edixon Perea y Maranhao, mientras Omar Bravo no se cansa de luchar ni de fallar.
En una tabla de goleo copada por extranjeros –y encabezada por el implacable Iván Alonso– ya se coló Miguel Sabah, mientras su compañero Gerardo Lugo demuestra finalmente el talento que tiene en los botines, pero no se sabe por qué se esfuerza en ocultarlo.