A principios de la próxima década se llegará a la universalización de la cobertura en el bachillerato, indicó el presidente Felipe Calderón al firmar el decreto por el que se reformaron los artículos tercero y 31 de la Constitución para establecer el carácter obligatorio del bachillerato.

Con esta medida, consideró el Ejecutivo, habrá menos jóvenes cayendo en las garras de las adicciones o, peor aún, de los criminales, que los reclutan como carne de cañón para perpetuar sus crímenes, para que unos cuantos meses después encuentran, simple y sencillamente, la muerte.

Sin referirse a la laicidad de la enseñanza, dijo que la reforma coloca a México en vías de lograr un promedio de escolaridad de 15 años en el mediano plazo, como aquellos países con los que compite México.

El Presidente indicó que el lema es más becarios y menos sicarios, pues de esta manera también se fortalece al país para disminuir la amenaza del crimen o de las adicciones.

El secretario de Educación Pública en funciones, Rodolfo Tuirán, puntualizó que la universalización de la educación media superior se concretará de manera gradual. Añadió que la cobertura llegará a 85 por ciento en 2016 y será universal en 2022.

Calderón Hinojosa admitió que “tenemos un largo camino por recorrer para consolidar la educación como una palanca de nuestro desarrollo, porque hoy uno de cada tres jóvenes en edad de estudiar bachillerato no asisten a la escuela.

En la residencia oficial de Los Pinos, donde también estuvieron el ex presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, José Trinidad Padilla y la presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Senadores, María Teresa Ortuño, el Ejecutivo expresó que es injusto que gran parte de la deserción escolar obedezca a que los jóvenes vean frustrados su sueño de concluir este nivel por falta de dinero.

No podemos darnos el lujo de desperdiciar así el potencial de nuestra juventud, apuntó. Y añadió que espera que al cierre de este año, el sistema cuente con casi 2 millones de becarios en el bachillerato, lo cual significa que más de la mitad de los alumnos de los planteles públicos contarán con un apoyo.