Con mucha eficacia pero sin espectáculo, los azulgranas se impusieron 2-0 al Valencia
El cuadro catalán sufrió para conseguir el resultado
Fábregas brilló con una anotación y una asistencia para Xavi
La expulsión de Feghouli sepultó las aspiraciones del cuadro valenciano
Jueves 9 de febrero de 2012, p. a12
Barcelona, 8 de febrero. El Barcelona más funcional, eficaz y sin electricidad consiguió lo que necesitaba: venció 2-0 de forma disciplinada al tímido Valencia, que a ratos pareció olvidarse que estaba en una semifinal, y así los azulgranas se metieron a la final de la Copa del Rey, en la que enfrentarán al Athletic de Bilbao.
La expulsión de Feghouli, en la segunda mitad, sepultó toda aspiración de que el cuadro valenciano reaccionara frene a unos culés, que han perdido fuelle pero cumplen con eficacia aun sin espectáculo.
El Camp Nou fue testigo de un partido que tuvo buenos momentos, a pesar del intenso frío y el Barça, que jugaba con la ventaja del empate 1-1 en la ida, perdonó ocasiones para sufrir un poco sobre el final. Sin embargo, logró el pase y disputará el título copero con el Athletic de Bilbao.
Valencia comenzó el partido agresivo, llevando su presión muy arriba, y podría decirse que mandó durante el primer tramo del choque, mientras Barcelona, un tanto desenchufado, no encontraba cómo sacar el balón y sufrió mucho en su propia cancha.
A los cuatro minutos Mathieu tuvo una gran oportunidad para la visita, al encontrarse un balón en el área que no supo dirigir al arco azulgrana. Y poco después Feghouli también mandó fuera en otra buena opción.
Barcelona, en la primera oportunidad, consiguió lo que los rivales no lograban después de tanto esfuerzo. Una jugada muchas veces ensayada esta temporada: a los 16 minutos Lionel Messi vio el desmarque de Cesc Fábregas, se la pasó y éste marcó ante la pasividad de la zaga rival. Fue el decimoquinto tanto del español en la temporada, igualando su mejor registro con el Arsenal, su anterior equipo.
La anotación provocó efectos drásticos: Valencia se acobardó y Barcelona aprovechó para dominar hasta el descanso. Lo hizo sin un futbol arrollador, pero sí con convicción, con Xavi controlando los tiempos desde la medular.
Y si los azulgranas no marcaron un gol más antes del descanso fue por la tosudez de Messi, perdido en batallas individuales y por la falta de puntería de los atacantes locales.
El comienzo del complemento fue similar al de la primera parte, con un Valencia más ambicioso, pero la eliminatoria se les terminó al minuto 76, cuando el cuadro sufrió la expulsión de Feghouli por una acción contra Carles Puyol. Fue una decisión muy protestada, por rigurosa, pero inamovible.
Barcelona apenas tardaría cinco minutos para aprovechar la superioridad. Llegó con muchos jugadores al contrataque y Xavi sentenció con un duro disparo a pase de Fábregas.
El cuadro culé vivirá una nueva final de Copa, la tercera en cuatro años, mientras Josep Guardiola alarga su espectacular ciclo.