Casi 5 mil millones de dólares ingresaron a la economía mexicana en enero de este año para comprar bonos del gobierno federal, con lo cual los acreedores externos de la deuda interna gubernamental poseen bonos y valores casi por 80 mil millones de dólares, una magnitud sin precedente, informó el Banco de México (BdeM).

Esos recursos, que representan 27.5 por ciento del endeudamiento del gobierno federal en bonos y valores emitidos para el mercado local, fueron colocados en la reserva internacional de divisas del país y sirvieron de respaldo a una apreciación de 7 por ciento del peso en su paridad con el dólar, en ausencia de acontecimientos relevantes sobre la crisis financiera y monetaria de la eurozona.

Atraídos por tasas de interés superiores a las que pagan por bonos gubernamentales en sus países de origen, las divisas que ingresan a México para comprar Certificados de la Tesorería de la Federación o bonos, principalmente, son transformados en pesos para realizar la adquisición, de manera tal que se presenta una mayor demanda de moneda nacional, que repercute en el precio del dinero o tasa de interés.

Al respecto, la junta de gobierno del Banco de México apuntó que durante las primeras semanas de 2012 el peso mexicano registró una importante apreciación, reflejando los sanos fundamentos de nuestra economía y la menor aversión al riesgo de los inversionistas del exterior.

En el mercado local de dinero, agregó, las tasas de interés a plazos de dos y tres años presentaron ligeros incrementos; mientras las de mediano y largo plazos volvieron a disminuir, reflejando la mayor demanda de bonos por parte de inversionistas extranjeros.

Las divisas, por su parte, son colocadas en la reserva internacional del país, la cual a su vez está depositada en instituciones financieras y bonos de países en los que el rendimiento es sumamente bajo, por lo que su acumulación origina un costo implícito por el diferencial de tasas de interés. Para el gobierno mexicano, por ejemplo, acumular reservas de divisas en un año ha tenido un costo de 7 mil millones de dólares, según expertos de la Organización de Naciones Unidas.

Sobre este costo de acumulación, Miguel Messmacher, titular de la Unidad de Planeación de la Hacienda Pública, explicó que si el Banco de México tiene reservas internacionales implica que su balance está fortalecido y asegura que se cuenta con la suficiente liquidez para enfrentar choques en los mercados financieros internacionales.

Al pasado 27 de enero la reserva internacional de divisas del país ascendía a 147 mil 381 millones de dólares, monto sin paralelo en la historia de este acervo de recursos, que en el transcurso de 2012 registró un aumento de 4 mil 906 millones de dólares, al ritmo en que los capitales extranjeros han arribado a México para beneficiarse de las altas tasas de interés que el gobierno federal paga por obtener financiamiento en pesos.