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En su cuenta de Twitter escribió estar con la ganadora

Una hora antes del anuncio oficial, Cocoa dio el resultado
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Santiago Creel y Ernesto Cordero respaldaron ayer a Josefina Vázquez MotaFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Lunes 6 de febrero de 2012, p. 6

La hermana del Presidente tuvo la primicia. Una hora antes del anuncio oficial, Luisa María Calderón Hinojosa escribió en su cuenta de Twitter: @CocoaCalderon: Bien jugado PAN. La gente de Michoacán que ha estado con Cordero y yo, estamos incondicionalmente a la orden de Ganadora Vamos x Presidencia.

Josefina Vázquez Mota correspondió el gesto un par de horas después, en su primer discurso como abanderada del Partido Acción Nacional, cuando llamó al presidente Felipe Calderón el primer panista de México, a la manera en que los priístas nombraban al mandatario en turno.

El mensaje de Cocoa fue el remate perfecto de una jornada en la cual las redes sociales se convirtieron en el tablero de denuncias de trapacerías electorales, antes exclusivas de PRI y PRD: acarreo, coacción, compra de votos, amenazas de pérdida del empleo público y un largo etcétera.

Las denuncias, a cuenta de los equipos de la ganadora y de su contrincante Ernesto Cordero, no pasaron de Twitter, Facebook y Youtube. A la manera de dos conductores que chocan y evitan ir a dar al Ministerio Público, los panistas optaron por la salida clásica: cada quien su golpe.

Así que el ex secretario de Hacienda aprieta los labios mientras Vázquez Mota hace su primer discurso como candidata, frente a unas decenas de militantes y más decenas de periodistas. Y Santiago Creel sonríe.

A tragar sapos

Ahora que Felipe Calderón es el primer panista del país –y que Vicente Fox ni siquiera es mencionado por la flamante abanderada–, los panistas pueden mostrar que han aprendido, como sus antecesores en el poder presidencial, a tragar sapos a la hora del cierre de filas.

¡Bien, Santiago! y ¡Bien, Ernesto!, les gritan desde el público, antes de que Gustavo Madero, presidente del PAN, presuma nuevamente el ejercicio del único partido verdaderamente democrático de México.

Con esa frase unge a la abanderada, a quien apenas hace unos días su adversario Cordero calificara de profundamente antidemocrática por su resistencia al debate.

En su pieza oratoria inaugural, Vázquez Mota llama a cerrar el capítulo de la contienda interna, convoca a sus contendientes a recorrer juntos el país e informa, para la prensa que ya lo sabía, que el presidente Calderón y su esposa acaban de estar en el edificio para felicitarla. La mejor muestra de lealtad al Presidente, dice, será ganar la elección del primero de julio.

Ahora sí, se sigue la ex secretaria de Educación, llegó la hora de enfrentar al verdadero adversario, el representante del autoritarismo y de lo peor de la corrupción. Y le pone nombre: Enrique Peña Nieto y su partido.

Así traza la primera línea de su estrategia de campaña: Vázquez Mota quisiera ir a una contienda de dos. Como a Fox, a Andrés Manuel López Obrador ni lo mencionó.

Minutos más tarde, también a través de las redes sociales, el priísta Peña Nieto acusó recibo: Felicidades y bienvenida a la contienda democrática.

Las ventajas de ser más de lo mismo sin parecerlo

A los ojos del público, Josefina tendrá la ventaja de haber querido pasar como la hija desobediente del PAN, aunque no sea, ni de lejos, un peligro para Felipe Calderón (Antonio Solá, el marketero de la guerra sucia y creador de la fórmula en 2006, fue el encargado de decir que su jefa iría a la sede nacional del PAN con buenas noticias.)

Vázquez Mota quiso pasar por hija desobediente en su campaña. En sus actos, por ejemplo uno en el cual reunió a 2 mil servidores públicos, los asistentes portaban playeras con la leyenda: Yo (coranzoncito) soy libre y voto por JVM. Pero al mismo tiempo ella se declaraba fiel integrante del equipo del presidente Calderón. Y esta noche de domingo dedicó al michoacano y a su esposa más agradecimientos que a nadie.

El triunfo de Vázquez Mota, con más de 50 por ciento de los votos, tumbó de un jalón una de las principales preocupaciones panistas: cómo explicar el triunfo del tercero en las encuestas, una victoria que los corderistas decían tener en la bolsa.

Porque a mediodía, por contar algo, integrantes del equipo del ex secretario de Hacienda deslizaron a algunos periodistas las claves de un sitio de Internet con los resultados de una encuesta de salida. Cordero iba tres puntos arriba.

A esas horas, la prensa recogió declaraciones de Mariana Gómez del Campo, sobrina política del presidente y dirigente del PAN capitalino, quien veía venir una segunda vuelta.

Está loca, vamos a ganar a la primera, decía un operador de Cordero. Pero a las tres de la tarde la información dejó de fluir.

Vázquez Mota había llegado como puntera indiscutible en las encuestas. A Cordero, que siempre las desestimó, se sumó en la recta final Santiago Creel: Las encuestas son como los toros: no tienen palabra de honor, dijo, y tuvo razón, porque los estudios nunca previeron su 6.1 por ciento (contra 55 de Vázquez Mota y 38.1 de Cordero).

Fueron los resultados del voto libre, según los panistas. O de un choque de maquinarias que usaron todas las trampas que permite el poder, ampliamente documentadas a lo largo de la precampaña.

Decenas de encuestas después, sin embargo, hubo panistas que este domingo insistieron en el juego a dos bandas de un Calderón empeñado en desinflar a Creel, de quien ya nadie recuerda que largo tiempo fue puntero en las encuestas.

Un juego doble que ya delineaban algunos panistas desde hace varias semanas (y que se consignó en estas páginas el 17 de enero, a propósito del debate entre los precandidatos). Calderón dejó que creciera la especie de que había un delfín –que nunca creció mucho-, mientras apuntalaba a la precandidata que, a los ojos de una parte de los electores, no será más de lo mismo, aunque lo sea. Por algo, dijo un militante avispado, Cordero no ganó ni en la casilla donde votó el primer panista de México.

Mi gallo es gallina

El gallo azul es gallina y se llama Josefina. Así gritaron, poco después del cierre de las casillas, en la casa del triunfo, donde Vicente Fox proclamó la salida del PRI de Los Pinos en 2000; donde Felipe Calderón tuvo también su centro de operaciones.

La oficina de Vázquez Mota fue la única que repartió gafetes a la prensa. Los preparativos fueron en grande: equipos de video y de sonido, sillas al por mayor, todo dispuesto en la que fue casa de campaña de Vicente Fox y de Felipe Calderón. Y una manta: Ahora sí, Josefina. Triunfó México. Ganamos todos.

Y ganaron –ganó Josefina– gracias a los votos de personas como Josefina Torres y Laura Hidalgo, quienes de mañana fueron a votar a la Calzada de Guadalupe. Habitantes de la colonia Vallejo, madre e hija, ama de casa y costurera, respectivamente, confesaron solemnemente que hasta hace pocos años eran priístas y que se metieron al Partido Acción Nacional porque una sobrina las convenció, gracias a su forma de trabajar.

Ya pensaban de mañana en lo que sigue para su partido una vez resuelta la elección interna: ¿Frente a Peña Nieto y López Obrador? Bueno, el PAN no se ha puesto las pilas; desde hace años todo es ese asunto de la seguridad y se ha olvidado de otras cosas importantes.

Los dirigentes panistas no olvidan, sin embargo, que en el remoto octubre de 2005 el candidato Felipe Calderón imaginaba, en un programa de televisión, el día en que entregara la banda presidencial a un militante de su partido. Aquella vez completó: Si es mujer, mejor.