Bruselas, 3 de febrero. El secretario de Defensa británico, Philip Hammond, intentó hoy disminuir la tensión con Argentina al asegurar que la misión iniciada jueves por el príncipe Guillermo en Malvinas es simplemente una rutina para un piloto de la fuerza aérea.

Al ser interrogado si la estancia de Guillermo en las disputadas islas aumentaría la tensión con Argentina, tras que Buenos Aires lo calificara de provocación, Hammond se limitó a responder: Bueno, no debería.

Él está allí como piloto de búsqueda y rescate; es una función humanitaria y es un despliegue de rutina de seis semanas, precisó el funcionario a su llegada a Bruselas para participar en una reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

La misión de Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono, coincide con el 13 aniversario del inicio de la guerra que enfrentó a Gran Bretaña y Argentina por la soberanía de ese territorio del Atlántico sur.

En anticipación a la llegada de Guillermo, el gobierno argentino emitió el martes un comunicado lamentando que el heredero real arribe a suelo patrio con el uniforme de conquistador y no con la sabiduría del estadista que trabaja al servicio de la paz y el diálogo entre las naciones.

Argentina reclama la apertura de negociaciones sobre la soberanía de las islas Malvinas, bajo dominación británica desde 1833, en cumplimiento del reclamo de Naciones Unidas desde 1965, pero Londres insiste en el derecho de autodeterminación de los 3 mil isleños, que prefieren mantener su nacionalidad británica.

Las recientes acciones británicas sobre las Malvinas forman parte de una agenda mediática de Londres para paliar los desastrosos resultados de su política económica, dijo Carlos Kunkel, diputado argentino del gobernante Frente para la Victoria. El envío allí del buque de guerra Dauntless (sin rival), el más modernos de la flota británica, es sólo un elemento del plan, afirmó.