La Habana, 3 de febrero. El polo de Mariel, el proyecto económico más importante que haya emprendido Cuba en décadas, prevé la operación con puertos de Estados Unidos, México, el Caribe y Sudamérica, en un salto en la inserción comercial de la isla con la región.

Se trata de aprovechar la posición geográfica de Cuba como la llave del Golfo (de México), como un punto regional de la organización y la logística de las mercancías dijo el director de la empresa cubano-brasileña que construye la obra, Pedro Perera.

La televisión cubana mostró a Mariel, 50 kilómetros al oeste de La Habana, en el centro de un mapa que incluye puertos de la costa este y sureste de Estados Unidos, como Houston y Jacksonville; Veracruz y Puerto Progreso en México; el canal de Panamá y otros puntos en Centroamérica, el Caribe, Colombia y Venezuela.

Tras la revolución de 1959, Cuba quedó sin negocios en el área, por el bloqueo económico de Estados Unidos, la ruptura de relaciones con casi toda América Latina y la dependencia del comercio con la Unión Soviética y sus aliados. Ahora, de sus cinco principales socios, tres están en la región (Venezuela, Canadá y Brasil) y dos fuera (China y España).

La ampliación del puerto de Mariel es la primera de las Zonas Especiales de Desarrollo, previstas en la reforma que impulsa el presidente Raúl Castro, en este caso para crear polos que estimulen las exportaciones, con inversión y tecnología extranjera.

Forman la empresa mixta Almacenes Universales –del consorcio empresarial militar cubano– y Compañía de Obras e Infraestructura, una rama del gigante brasileño Odebrecht. El estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil financia la mayor parte del presupuesto de unos 800 millones de dólares.

La televisión informó que ya entró en operaciones una de las unidades de Mariel, la base logística para la exploración petrolera en las aguas profundas de Cuba en el Golfo de México. La hispano-argentina Repsol-YPF (en alianza con la noruega Statoil y la india ONGC Videsh) empezó la búsqueda desde una plataforma armada en China y Singapur, En Mariel tiene también su retaguardia la malaya Petronas (con la rusa Gazprom), que hará la exploración después del primer consorcio.

El avance de los proyectos de Mariel y la exploración petrolera, con un conglomerado de capitales extranjeros, envía el mensaje tácito a Estados Unidos de que está fuera de un negocio que empieza a embarnecer frente a sus costas.

A mediados de este año quedará lista una carretera de 11.7 kilómetros desde la autopista nacional hasta la terminal de contenedores de Mariel. Al mismo tiempo se construyen 17 kilómetros de vías férreas y se rehabilitan otros 63.

La terminal empezará a funcionar en forma parcial en 2013, a tiempo para recibir a los buques de gran calado (13-15 metros) que cruzarán el canal de Panamá, tras su ampliación, en 2014. La operadora será PSA International Pte Ltd, de Singapur.

El puerto pasará de su profundidad actual de 10 metros a una de 17 metros. En la primera etapa, Mariel podrá recibir un millón de contenedores al año y al final de la obra la capacidad será tres veces mayor. En 2013, cerrará la terminal de carga de La Habana.

El muelle se construye con una plataforma móvil, que hinca en el agua pilotes de hormigón armado, sobre los cuales se tienden losas. Como promedio, se le ha ganado al mar entre 40 y 45 metros, dijo un supervisor de la obra.

Mariel tendrá un área de logística comercial (migración, aduana, almacenes, cámaras frías y servicios), una zona económica (parque industrial, importación y exportación) y terminal de carga general.